'Fake news' fue el término del año 2017 según el diccionario Oxford. Y no es de extrañar, pues hasta tu querido padre, que siempre dice que se apuntará a aprender inglés cuando se jubile, la emplea con soltura. Siendo algo hiperbólicos (una constante en los tiempos digitales), podríamos decir que vivimos en la era del fake... y no solo en la lengua.
Los fakes nos rodean (inserte aquí música apocalíptica) y hasta ese colega tuyo que parecía de fiar sube a su Instagram un pantallazo de una app de running afirmando haber corrido una media maratón sin despeinarse... cuando tú sabes a ciencia cierta que comenzó a salir a correr como propósito de nuevo año.
Lo mismo ocurre cuando se trata de encontrar pareja a través de Internet. La falsedad y las falsas apariencias se convierten en una constante en los perfiles con los que nos topamos. Afortunadamente, aquí sí encontramos quién nos proteja: Meetic, la plataforma de citas online que lleva desde 2001 ayudando a los internautas a encontrar a su media naranja.
Al lío: cómo distinguir un fake
Bajemos al barro. ¿Cómo distinguir un fake y cómo escapar de él? Algunos son especialmente llamativos, como ese chico que elige como foto de perfil la de su orla de la universidad, en blanco y negro y con un grano en la imagen extremadamente característico de las fotos analógicas. ¿Cuánto habrá pasado de aquel disparo? Por lo menos, 20 años.
Pero hay otros fakes que se camuflan magistralmente entre los perfiles veraces. Y estamos aquí, como buena patrulla de la autenticidad, para desenmascararlos. Presentamos... ‘Los tres fakes más comunes en el ligoteo online y cómo combatirlos’, próximamente (unas líneas más abajo) en sus pantallas.
Las apariencias y la foto (a veces) engañan
Confesemos: todos hemos caído en dar una oportunidad a esa persona que parecía tan elegante y atractiva a través de la pantalla y apenas la hemos reconocido al verla en persona. “¿Quién eres tú y qué has hecho con el/la de la foto?”, pensarías en ese momento, antes de salir por patas del bar de vuestro encuentro.
Ese es uno de los grandes fakes: el de las fotos de perfil. La era del postureo en Instagram y el llamado ‘Instagram versus real life’, que tanto vemos en la red social y que consiste en mostrar unas imágenes totalmente alejadas de la realidad, ha tenido su traslación a los perfiles online para encontrar pareja.
Desde filtros imposibles a localizaciones falsas, podríamos decir que lo hemos visto casi todo en fotos fake de perfil. Porque no, no es solo impresión tuya que muchos usuarios estén dando a sus imágenes una pátina de falsedad: según un estudio impulsado por Meetic, el 81% de los solteros afirma haber retocado su foto de perfil para propiciar más encuentros.
¿Cómo hacer frente a esta práctica? Primero, confiando en quienes la combaten desde dentro. Meetic, por su parte, facilita a los usuarios un perfil completo que deben rellenar, compuesto por algo más que casillas, y donde los solteros y solteras pueden explicar quiénes son realmente y definir su personalidad como consideren.
Segundo, estando alerta y dejándote guiar por tu intuición. Sabemos que tienes el ojo más que entrenado para detectar esos fakes (tus muchas horas en Internet han servido para algo); no dejes de guiarte por tu intuición. Te ayudará a esquivar las potenciales decepciones y a encontrar aquellos perfiles que verdaderamente encajan contigo.
Tercero, no siendo cómplice del fake. Es decir, si queremos evitar que liguen con nosotros los perfiles con fotos falseadas, debemos predicar con el ejemplo y subir fotos nuestras que se correspondan con la realidad (aunque vayamos a elegir en las que salgamos más favorecid@s, claro).
La complejidad de elegir
Está comprobado: cuanto más amplio es el abanico de opciones, más nos cuesta elegir, como si nos transformásemos en el histriónico personaje de Chidi en ‘The Good Place’. Esto, más que un fake, es uno de los grandes inconvenientes que tiene el flirteo online: tantos potenciales ligues a nuestro alcance que no sabemos cuál elegir.
Bien, para combatirlo, primero, tenemos que recordar que no estamos en el supermercado, sino tratando de encontrar a nuestra media naranja. Así que, querid@, céntrate y selecciona a quienes verdaderamente encajen contigo. Por sus aficiones, su amor por los perros, su filosofía anticoche y probici, su cultura sana y deportiva o por su pasión por el ramen. No hay como compartir unos gustos y hobbies para forjar una relación duradera y detalles como esos son los que te permite seleccionar Meetic en su interfaz.
Es el amor, no un juego de cromos
Una de las tendencias más extendidas en el mundo del flirteo online es la de coleccionar posibles parejas como si de un juego de cromos se tratase con el mero fin de aumentar nuestro ego a través de conversaciones abiertas que nunca se materializan en una cita. Eso sí es un gran fake (y más difícil de identificar que una foto retocada).
Pero no estamos en un videojuego de Pokémon, no se trata de hacerse con todos, sino de encontrar a esa persona con la que te sientas especial, con la que compartas los desayunos del domingo o las rutinas deportivas al aire libre y con la que puedas contar cuando estés de bajón.
Este es el punto crucial, donde muchos sapos se hacen pasar por príncipes sin que nos demos cuenta. Esquivar sus redes y no convertirse en una más de sus conversaciones aumentaegos es nuestro gran reto, pues no queremos pasar las tardes en el sofá chateando, sino saltar del teclado al cara a cara.
Para lograrlo, podemos comenzar por dar esquinazo a aquel solter@ que siempre tiene algo que hacer antes que quedar con nosotros. Sí, una tarde en el trabajo o un compromiso pueden anteponerse a la cita; pero, si nunca existe la posibilidad de vernos en persona, algo falla.
Además, y de nuevo, nada como confiar en Meetic para dar con alguien en quien podamos confiar. Porque esta plataforma de citas cuenta con el sello Meetic Badge, que identifica a aquellos solteros con un alto grado de compromiso y ganas de vivir experiencias reales.
Al final, eso es lo que buscamos: sentimientos a flor de piel, autenticidad y veracidad. Estamos preparados para emocionarnos. Y queremos comenzar algo real.
