Los niños que han crecido como hijos únicos muestran estos cinco rasgos (y ninguno es malo)

Los catalanes son unos tacaños y los madrileños unos chulos. Todos los políticos son corruptos. Las mujeres pueden ocuparse de varias cosas a la vez y los hombres no lloran. Los hijos únicos son más egoístas. Todos estos son estereotipos. No son una verdad universal, sino una percepción que se perpetúa en el imaginario colectivo hasta cuando la ciencia respalda que estos mitos no se sostienen. Hoy es hora de romper con varios sobre los hijos únicos porque ni son más solitarios, ni más egoístas ni más consentidos, de hecho tienen rasgos muy positivos relacionados con el hecho de haber crecido sin hermanos, según un estudio.

Son sociables pero se sienten cómodos pasando tiempo a solas

No existe ninguna prueba de que haber crecido sin hermanos te haga más solitario, a pesar de que sea uno de los estereotipos más extendidos como explica el psicoterapeuta Marco Redaelli. Es más, estos niños pueden tener una ventaja sobre el resto porque siendo sociables, también son niños capaces de jugar a solas sin problema. Pueden pasar más tiempo con sus padres, socializar en la guardería y al mismo tiempo, disfrutar del tiempo a solas. Pasar tiempo a solas fomenta la creatividad y permite que los niños aprendan a entretenerse sin depender de otra persona. También permite que los niños se aburran, algo con más beneficios de lo que pensamos.

Están abiertos a nuevas ideas y experiencias

En este estudio publicado a principios del año se observó que los hijos únicos mostraban una mayor apertura que los niños con hermanos, es decir, tenían una mentalidad de crecimiento mayor y más facilidad para probar cosas nuevas.

Son muy leales en sus relaciones

“Los hijos únicos suelen formar vínculos muy estrechos con amigos y familiares elegidos”, explicaba la psicóloga pediátrica Ann-Louise Lockhart a Huffington Post, añadiendo que al no tener hermanos en su círculo íntimo, “comprenden la importancia de mantener estas conexiones significativas”. Una cualidad muy relacionada con la inteligencia emocional.

Tienen muchas habilidades de comunicación

El estudio citado anteriormente encontró una relación entre crecer sin hermanos y una mayor integridad de las fibras del lenguaje. Esto puede explicarse porque pasan más tiempo con sus padres y escuchan más conversaciones adultas, por lo que consiguen mayor vocabulario y algunas habilidades lingüísticas más avanzadas.

Son independientes

Para la psicóloga social Susan Newman, que va a publicar próximamente un libro sobre los hijos únicos, la idea de que estos dependen de sus padres para todo es completamente errónea y como explicaba también en el Huffington Post, son muy independientes. Volvamos al primer punto, en el que hablábamos de los niños que no tienen hermanos, pueden tender a pasar más tiempo a solas. En ese tiempo, si no se produce una intervención excesiva de los padres, desarrollarán una mayor autonomía y una mayor capacidad de resolución de problemas. “De niños, pueden sentirse cómodos jugando solos durante largos períodos y, de adultos, pueden planificar con confianza viajes en solitario, emprender negocios o desarrollar nuevas habilidades sin necesidad de validación externa”, explicaba.

Fotos | Jakob Owens en Unsplash, Shaylyn en Unsplash

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