La playa de Galicia, de arena blanca y mar de ardora, que brilla en la oscuridad y es el secreto mejor guardado del norte

Escondido entre los abruptos acantilados de Costa da Morte, en la zona más recóndita del Concello de Cee, hay un pueblo olvidado por los turistas, donde la vegetación ha mantenido protegida y oculta una de las playas más bonitas de España. Su agua brilla en la oscuridad y parece de ciencia ficción.

Se llama Estorde y parece de otro planeta. El pueblo en sí apenas tiene nada y ahí radica su encanto. Algunas casas construidas en torno a la costa, un restaurante, un chiringuito en la playa y kilómetros de prados verdes y bosques exuberantes. En otras palabras, un lugar ideal para desconectar lejos de la ciudad y para conectar con la naturaleza más mágica.

Su playa es salvaje y preciosa, un arenal dorado de aguas tranquilas que parece un oasis en medio del rugir de esta costa gallega. Las rocas en la orilla crean piscinas naturales para chapotear. Pero lo mejor llega al anochecer, cuando la playa se vuelve un 'mar de ardora' repleto de organismos bioluminiscentes, que reflejan la luz de las estrellas. Como es una zona rural sin contaminación lumínica, se ve al 100%.

Estorde forma parte del Camino de Santiago en la ruta Fisterra-Muxía. Por eso, hay mucha gente de paso y un camping para hacer noche al lado de la playa, una experiencia que merece mucho la pena. A pesar de su lejanía, el pueblo se encuentra a menos de 10 minutos en coche de Cee, otro pueblo mayor con muchos servicios, tiendas y restauración.

Fotos | Grupo Country Homes, Visita Costa da Morte, Concello de Cee.

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