Declarada Conjunto Histórico: la bonita villa medieval rodeada de murallas junto a un enorme cráter de sal

Si te decimos que hay una villa española que lo tiene todo: castillo, murallas, casas blasonadas y hasta un enorme cráter, pensarás que lo hemos sacado de una película de fantasía. Pero existe y está en Burgos, ubicado sobre un enorme diapiro de sal único en toda Europa. Además, es el pueblo natal de una de las mayores celebridades de nuestro país: Félix Rodríguez de la Fuente.

Poza de la Sal es una villa fortificada de la Edad Media que aún mantiene en pie sus murallas y sus casas de piedra y tejados rojizos. Hay que aparcar en la zona baja y ascender, a pie, hasta la Plaza Nueva. Por el camino cruzarás la puerta del Conjuradero que cruza las murallas y entenderás porque este lugar ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico: parece detenido en el tiempo. 

Este magnífico portal es la entrada a un entramado de callejuelas y arquitectura tradicional burgalesa sin parangón, repleto de plazoletas escondidas, pasajes cubiertos con vigas de madera, fachadas con viga vista y escudos nobiliarios decorando cada rincón. Entre los edificios más destacados está la iglesia de San Cosme y San Damián, un templo gótico del siglo XIV con portada barroca que se ha convertido en el corazón del pueblo.

Esta iglesia se encuentra en plena Plaza Nueva, igual que el Centro de Interpretación de Félix Rodríguez de la Fuente y el Ayuntamiento, en un precioso edificio del siglo XVI. Allí mismo hay varios restaurantes donde disfrutar de morcilla y de lechazo, los platos más míticos de la zona. También se puede visitar la casa natal del ecologista, pero solo desde fuera y sin acceder al interior. 

Si continuamos caminando hacia el norte llegaremos al Castillo de los Rojas. Esta fortaleza del siglo XIV se alza imponente sobre las rocas para proteger al pueblo de posibles ataques. Bajo su atenta mirada se extiende el cráter de sal que da nombre, oficio y fama a este rincón rural de Burgos. 

Hemos dejado lo mejor para el final, porque cerca del castillo está el Centro de Interpretación de las Salinas, los lavaderos del siglo XVIII y el enorme cráter. En realidad, se trata de un diapiro salino que abraza todo el pueblo y que lleva explotándose desde la época romana. Esta maravilla geológica es la más grande y perfecta de Europa, formando un círculo concéntrico que se ha convertido en la meca de los geólogos del mundo entero. 

Para poder disfrutar de este espectáculo de la naturaleza, lo ideal es ir al Balcón de La Bureba, un mirador en el lado opuesto del cráter con vistas panorámicas al pueblo. Sin embargo, en la actualidad el Ayuntamiento trabaja en una ruta de senderismo de 6 kilómetros para recorrer este enorme salero, nombrado Bien de Interés Cultural.

Fotos | @lospueblosmbe, Turismo Castilla y León, Diario de Burgos.

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