El pueblo más feliz de España está en el País Vasco y no vas a creerte la razón científica de su alegría

Escondido entre las verdes colinas del norte, bañado por el mar Cantábrico y en el corazón del País Vasco

Escondido entre las verdes colinas del norte, bañado por el mar Cantábrico y en el corazón del País Vasco se encuentra el pueblo más feliz de España. Así lo ha establecido la ciencia, según un estudio de 'Ecological Economics'. Se llama Gautéguiz de Arteaga y tiene un motivo para esta explosiva alegría.

Este pequeño pueblo de Vizcaya de menos de 1000 habitantes es un lugar con mucho encanto y gran parte de ello se lo debe al Urdaibai Bird Center. Este centro de investigación y estudio de aves cuenta con más de 250 especies diferentes y está ubicado en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Pero, ¿qué tiene que ver los pájaros con la felicidad?

La clave está en el informe "La importancia de la diversidad de especies para el bienestar humano en Europa". En dicho análisis se observó que la proximidad con la naturaleza y las aves aumenta nuestros niveles de dopamina y nos hacen estar más alegres.

Qué ver en Gautéguiz de Arteaga

Pero plumas y simpáticos animales con los que compartir el ecosistema no es lo único que hace rico a este pueblo vasco. Hay muchas cosas que podemos descubrir en Gautéguiz de Arteaga, desde la iglesia parroquial de Santa María con arquitectura medieval hasta la ermita de San Lorenzo con vistas a la ría Guernica.

Ermita de San Lorenzo

Una visita a esta localidad norteña no está completa sin perderse por las callejuelas empedradas del barrio Ozollo, con muchísimo sabor rural y antiguos caseríos que te transportan a un pasado más tranquilo. Todo ello alojándonos en un castillo de verdad, porque el Castillo de Arteaga es ahora un lujoso hotel que mantiene la estética medieval de antaño.

Barrio Ozollo

Además del entorno rural, en Gautéguiz de Arteaga podemos disfrutar de parajes naturales exquisitos, de marismas únicas muy apacibles y de playas sin turistas, como la Playa Solabe a la que se llega a través de un sendero arbolado que solo puede recorrerse andando.

Playa Solabe

Si sumamos un paraje rural con pocos habitantes y casonas antiguas con un entorno natural idílico, arquitectura medieval y una reserva llena de aves, el cóctel que obtenemos es el de una localidad repleta de felicidad para el local y para el viajero. No lo decimos nosotras, lo dice la ciencia.

Fotos | Turismo Gautéguiz de Arteaga, @urdaibai_bird_center.

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