El pueblo español más tranquilo para una escapada de invierno: montaña, nieve, silencio y luces de Navidad

Que se aparten Zúrich o los Alpes Suizos, porque en España tenemos un pueblo que viene a hacerles la competencia y los turistas aún no se han enterado. Esto se debe a que es muy recóndito y está muy escondido entre las cumbres de los Pirineos, que en invierno se llenan de nieve y convierten a esta localidad en la postal navideña más idílica que existe. 

Hablamos de Baguerge, el pueblito más alto del Valle de Arán. Ubicado a 1419 metros de altura, sus apenas 100 vecinos han logrado mantener intacto el encanto y la arquitectura tradicional de pizarra y piedra de la zona. En primavera se llena de gente, que lo visita para ver sus famosas flores cubriendo todos los balcones de madera. Sin embargo, cuando llega la nieve y se instaura el silencio es cuando Baguerge se vuelve más mágico. 

Los tejados de pizarra, fachadas de piedra y balcones de madera se cubren de escarcha y las luces de Navidad que decoran sus callejones se reflejan en el suelo, cubierto de un manto de nieve virgen impoluto. El aire es frío y limpio, el silencio lo inunda todo y los planes de chimenea, mantita y mirar nevar por la ventana se convierten en la tónica habitual. 

Bajo la nieve los paseos son cortos y Baguerge para ello. Es un pueblo muy pequeñito con joyas maravillosas para descubrir: la iglesia de Sant Feliu del siglo XII con origen románico es un espectáculo, por no hablar del museo Eth Corrau, ideal para descubrir la historia de la región. 

Además, podemos aventurarnos a hacer una ruta de senderismo de un kilómetro con raquetas entre paisajes blancos y llegar hasta la Ermita de Santa Margalida. Y si todo lo demás falla, a comer queso, el manjar del que más presume este paraíso invernal y navideño. 

Fotos | Ajuntament Naut Aran, @bagergue, Facebook Ayuntamiento de Bagergue.

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