Parece ser que para esta colección Crucero, el diseñador estadounidense buscó una vuelta alos clásicos, pero reinterpretándolos con mucho color. Naranjas intensos, verdes lima, amarillos y la neutralidad del blanco, todos ellos mezclados a su vez en estampados de ojillos o florales.
No podía faltar la pieza esencial de la temporada, los maxivestidos, además de pantaloncillos cortos y varios vestidos camiseros. Todo ello con la simplicidad y el purismo de las líneas características de Ralph Lauren, con un toque añadido de romanticismo.
Una colección que exhuda playa y cruceros, viajes y maravillosos encuentros de verano. Ideal para cualquier escapada con mucha sofisticación y glamour. Sino fíjense en el vestido verde con corte de pañuelo desestructurado y una sola manga o en el sublime diseño de noche largo con cuello halter trenzado.
Los estampados hacen su entrada para añadir más brillo a los colores. Desde una suave brisa floral en el maxivestido amarillo a una intensidad a lo Pollock en el jeugo de falda circular larga y blusa entallada de cuello alto.
Además, los accesorios son muy vintage con un toque étnico y setentero que los hace ideales para darle un toque renovado a cualquiera de los básicos en blanco. Otro detalle de esta colección que me gustó muchísimo fueron los diversos tipos de sandalias, tanto altas como planas, las cuales le añaden elegancia y sofisticación a cualquier modelo. De colores intensos a juego con las prendas son perfectas para darle luz a cualquier atuendo.
Son el paso sencillo entre el día y la noche en conjunto con los bolsos y pañuelos tanto al cuello como en la cabeza. Una colección muy "takeaway" como la define el propio Ralph.
Vía | Style