Errores y horrores que como una invitada fashionista debes evitar en una boda

Si te invitan a una boda de algún familiar o amigo y quieres que después te sigan hablando, es necesario que cumplas con unos requisitos mínimos con tu look (además de los impepinables: presentarse a la ceremonia limpio y en pleno uso de tus facultades mentales). Pero si quieres rizar el rizo, alcanzar la perfección fashionista y asegurarte de que tras el divorcio los novios te sigan incluyendo en sus listas de invitados para futuras bodas, no vendría mal que cumplieras con los siguientes puntos.

1.- Respeta la etiqueta y el código de vestimenta de la ceremonia.

Si se trata de una boda religiosa, no entres en la iglesia enseñando los hombros, la espalda, el escote, las piernas o lo descarada que puedes llegar a ser. Ponte un fular o una pashmina por los hombros. Si eres un hombre ni un fular o pashmina ocultarán que llevas un vestido de mujer. Y eso sí que es un problema si quieres pasar por el invitado perfecto.

2.- Cuidadín con el blanco.

Ya no está tan mal visto que vayas a una boda vestida de blanco ni nadie te culpará de que estés haciendo la competencia a la novia. Lo que sí que está mal es hacerle la competencia a la novia ligándose al novio. Así que si tu única opción es vestirte de blanco hazlo sin problemas, pero rompe la monotonía con accesorios de color y aléjate del novio todo lo que puedas.

3.- Y con el negro.

El negro es un color elegante y ya no sólo está asociado a otro tipo de situaciones mucho menos alegres, como esas a las que sólo van las viudas sicilianas… Si lo llevaba Audrey Hepburn y a ella le quedaba fetén de la muerte a ti también te puede servir. Pero evitarás comentarios malintencionados si vas de otro color cuando eres la ex del novio y él ha tenido la poca decencia de invitarte.

4.- Usa bien la cabeza.

¿Tocado o pamela? ¿Pamela o tocado? Qué de dudas, ¿no? Mi recomendación: nada que al día siguiente pueda ser utilizado en tu contra o convertido en un meme de esos que recorren internet como la pólvora.

5.- Un gran NO a las construcciones pelotectónicas.

Con los recogidos pasa más de lo mismo. Una cosa es ir a la peluquería con el objetivo de epatar al personal con un recogido mono y otra muy distinta, intentar emular a Madame de Pompadour y llevar una réplica de la batalla de Trafalgar en la cabeza.

6.- Huye de los excesos.

Ojocuidado con los brilli-brilli, los dorados, los encajes, los volantes, las lentejuelas... y del todo junto. Por mucho que el efecto tornasolado te guste en la tienda, en pleno banquete puede dar la impresión de que te has limpiado los restos de cordero en la falda. Y debería haber un número máximo de lentejuelas de colorinchis que puedes llevar por boda.

Vamos, debería haber un máximo de lo que sea.

También un máximo de taconazo. Si estás pensando en llevar unos andamios, más te vale que vayas practicando en el pasillo de tu casa o elegir un modelo con el que aguantes toda la noche sin soñar con amputarte los miembros... o acabarás cayendo en la tentación de ponerte las alpargatas que regalan en la boda. Una invitada fashionista llevará su propio botiquín antes que caer en el zapato plano.

7.- En resumen y para que no te hagas líos:

Bodas durante el día = vestidos elegantes a la altura de la rodilla, traje de chaqueta para él, maquillaje natural.

Bodas durante la noche = nada que pueda ganar un concurso de disfraces o que te asegure la entrada a las carreras de caballos de Ascot.

Y por último, da igual lo bien vestida que vayas, cuando huyas de la boda no te olvides despedirte de los novios y agradecerles la invitación. P.D.: decir “sois de p.m.” no es lo más adecuado.

En Trendencias|Los 11 vestidos de novia que desearás lucir si eres una mujer curvy y te casas en 2016

Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com

VER 4 Comentarios

Portada de Trendencias