Casarse a 35.000 pies de altura, en pleno vuelo Los Ángeles-Seattle, con el amor de tu vida y sólo para que tu madre, con un grave cáncer diagnosticado, pueda asistir y ver al mismo tiempo el lugar donde trabajas. Esta fue la solución que se le ocurrió a la azafata Kirsty Stratton de Alaska Airlines para hacer sus sueños realidad.
Está claro que hay muchas bodas especiales, pero la boda de la azafata Kirsty Stratton con su pareja de seis años Jim Larsen pasará como una de las más emotivas y más bonitas que hemos visto en mucho tiempo.
Cuando a la madre de Kirsty le diagnosticaron con un grave cáncer lo único que pidió fue ver dónde trabajaba su hija, dónde vivía y asistir a su boda. No parece mucho, ¿verdad? En sus condiciones era algo complicado, pero a Kristy se le ocurrió una idea genial: casarse en pleno vuelo Los Ángeles-Seattle, el mismo en el que conoció a Jim, para que su madre pudiese asistir, ver su trabajo como azafata de la compañía aérea Alaska Airlines y pudiera acompañarlos a casa.
Imaginad la sorpresa del resto de los viajeros cuando empezaron a repartir en pleno vuelo caramelos, flores y pomperos para hacer burbujas de jabón. Ninguno se podía ni imaginar que estaban invitados a una boda muy especial, oficiada por el pastor Scott Wetzel y fotografiada por Christina Frees. Una boda para no olvidar jamás.
Fotos: Today
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