Hay historias de anorexia terribles y difíciles de olvidar. Pero también las hay asombrosas, llenas de esperanza y de pura inspiración. Historias que no vamos a olvidar porque merecen ser recordadas para siempre. Como la historia de Vera Schulz.
Esta joven de Rusia comenzó a perder peso poco a poco hasta llegar apenas a pesar 30 kilos, deteriorando su salud y poniendo su vida en peligro. Se sentía triste y deprimida y terminó cayendo en las garras de la anorexia, incluso antes de que su familia se diera cuenta de cómo los kilos la iban abandonando.
Pero hoy Vera es una mujer diferente, gracias al deporte y a una buena alimentación. No solo ha recuperado peso sino que además se la ve sana y fuerte, feliz con su recuperación. Y lo mejor de todo: su cuenta de Instagram se ha convertido en una fuente de inspiración para todas las personas que sufren ese desorden alimenticio.
Llevar una disciplina de ejercicio y mentalizarse de que tenía que comer saludablemente son las claves de la recuperación de Vera. Pero sobre todo el primer paso fundamental fue encontrar una motivación. Cuando sus padres se dieron cuenta del peligro al que se exponía, recurrieron a ayuda profesional que le aconsejó buscar un objetivo. Vera terminó apuntándose al gimnasio y se tomó tan en serio ese objetivo que hoy en día es entrenadora.
El caso de Vera es parecido al que os contamos hace unos meses sobre Holly Griffiths, una británica que llevaba batallando con la anorexia desde los ocho años y que diecisiete años después se ha convertido en la inspiración para millones de personas que son testigos a través de su Instagram de sus progresos diarios, de su fuerza (tanto interior como exterior) y sus ganas de salir adelante.
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