Sasha Pivovarova, la modelo que quería ser pintora

De mirada misteriosa y agresiva, y de aspecto frío y calculador, Sasha Pivovarova a sus 23 años se ha abierto un hueco entre las tops más reconocidas por méritos propios. La modelo fetiche de Prada, no deja a nadie indiferente, desprendiendo grandes dosis de personalidad encima de las pasarelas.

Hay que reconocer que esta chica con su 1,75, ha sabido sacar partido a su belleza con su aspecto de “maligna”, un tanto inusual, convirtiéndose en una mezcla entre Natalia Vodianova y Gemma Ward, aunque hoy por hoy ya puede presumir de poseer un estilo propio.

Pivovarova nació en Moscú en 1985, y desde un principio entre sus objetivos no estaba el ser modelo sino pintora, prueba de ello es que ella misma confiesa que mientras sus amigas jugaban con muñecas, ella siempre lo hacía con sus pinturas. Desde los 7 años recibía clases de arte, para posteriormente ingresar en la Academia de Artes de San Petersburgo, donde pensaba completar sus estudios de Historia del Arte, pero desde que ingreso en la academia su vida ya no volvería a ser igual.

En la academia conocería a su actual marido, el fotógrafo ruso Igor Vishnyakov, con el que entablaría una gran amistad. Igor, al poco tiempo de conocerla, quedó prendado de su belleza y consiguió convencerla para hacer un book allá por el 2004.

Esas fotos serían la clave, ya que Igor trabajaba para la agencia de modelos IMG y les envió las fotografías para ver que les parecía. La respuesta fue inmediata, era una chica distinta que se salía de los cánones de la belleza standard y en IMG no se lo pensaron dos veces. Su carrera como modelo no había hecho nada más que comenzar.

A primeros del 2005 se trasladó a París y en apenas quince días ya apareció en revistas como L’Officiel y Madame Figaró. Pero el plato fuerte le llegaría cuando no hacía ni un mes que había aterrizado en París; Sasha Pivovarova sería la encargada de abrir el desfile de Prada en la pasarela de Milán en Febrero del 2005. Tal fue el éxito que inmediatamente después se convertiría en imagen de Prada durante 6 temporadas consecutivas, todo un record. Ese mismo año aparecería también en los desfiles de Chanel, Louis Vuitton, Yves Saint Laurent, Ungaro y Kenzo entre otros. El broche a su primer año como modelo lo pondría apareciendo como portada en la versión italiana de Vogue.

El 2006 y el 2007 serían años agotadores pero muy productivos para Sasha Pivovarova, desfilando para más de 60 diseñadores por año en las más importantes pasarelas de todo el mundo. Entre los diseñadores, los más grandes por supuesto, desde Karl Lagerfeld hasta Valentino pasando por Cavalli, Marc Jacobs, Dior, Gucci y un largo etcétera. Incluso como modelo de alta costura para Jean Paul Gaultier, Chanel y Christian Dior.

Durante esos dos años también acaparó numerosas portadas, sobre todo del Vogue en sus ediciones francesa, china, japonesa e italiana y del magazine americano W entre otras. También compaginó su trabajo en las pasarelas con sus compromisos publicitarios con Prada y colaboraciones como las del calendario Pirelli para la edición del 2008 de la mano de Patrick Demarchelier.

En el 2008 podemos seguir viéndola desfilar en las grandes pasarelas, si bien parece que ahora comienza a centrarse más en las campañas publicitarias como las de la línea de cosméticos de Armani, las de Tiffany & Co, Definity de Olay, Zara, de la que es imagen de la colección otoño-invierno 2008/2009, y Chanel crucero 2009.

Su tiempo libre, que no debe de ser mucho, lo dedica a pintar o a visitar museos o exposiciones de amigos artistas en New York, que es donde ahora reside, más concretamente en el barrio de Brooklyn. Y es que esta belleza rusa no pierde la esperanza de ser una reconocida pintora el día de mañana. De momento se tendrá que conformar con ser una de las modelos más cotizadas del mundo de la moda, y lucir sus 86-61-86 en las pasarelas más importantes, casi nada.

Vídeos y Fotos de Sasha Pivovarova

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