Erdem Primavera-Verano 2013: lección de cómo lucir el (¿decían que acabado?) flúor

Qué gozada es contemplar algunos desfiles. Sus tejidos no están en tu mano, no se palpa su sentido, su patrón ni su verdadera intención pero su propuesta es tan nítida, recargada y exquisita que la puedes contemplar perfectamente en fotografía. Erdem Moralioglu nos lleva a un mundo paralelo basado en las novelas de ciencia ficción de Zenna Henderson y sus alienígenas son tan increíblemente estilosas que deseas que te lleven en su nave nodriza.

Su mundo está basado en La Gente, aquella raza de alienígenas refugiados en la tierra y creados por Henderson. Están fuera de lugar, procurando acostumbrarse pero ciertos detalles delatan que no son de este planeta.

Ciertamente no lo son. Procuran reflejar la exquisitez de las mujeres más elegantes pero la mezclan con su carácter alienígena, su piel de serpiente y su pose fría como salida de tiempos de Terminator.

Otra de las maneras en las que el creador ha representado ese "fuera de su mundo" son combinaciones cromáticas que como él mismo ha denominado son incómodas combinaciones de color.

Aquellas que mezclan los tonos pastel de las melifluas habitantes terrestres con los colores de la kriptonita y sucedáneos en tonalidades flúor que ciegan hasta llevando el casco de navegación.

Decían que el flúor había muerto ¿lo decían? Él no, yo sin duda tampoco, y no sólo da razones sino una lección maestra de cómo evitar los errores que se cometieron este verano y hacerlo suyo mujeres que pasan de los shorts roídos y las wayfarer.

Ellas, las únicas wayfarer que recuerdan son las de J.F. Kennedy y los vaqueros roídos no les sirven para adentrarse, cuales venenosas mujeres de otro planeta, en nuestra galaxia. Si lo hace el encaje y los brocados y pasamanería de la firma suiza con la que ha colaborado.

Un espectáculo para la vista y el sentido cromático más agudizado que la mismísima Grace Kelly hubiese adorado.

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