¿Es tan loco criar a los hijos en comunidad?

La diputada de la CUP Anna Gabriel ha declarado en una entrevista para el programa El Suplement de Catalunya Ràdi que le gustaría “tener hijos en común”, como en las tribus, considerando que la educación en una familia tradicional tiene una “lógica perversa” y “poco enriquecedora”. Vamos, “formar parte de un grupo de personas que decidiesen tener hijos e hijas en común, en colectivo”. Y la polémica se ha desatado, claro. Nosotros no podemos evitar preguntamos qué significa eso de educar a los niños en comunidad, a lo tribu, y si realmente es mejor para todos, niños y padres.

Es una reflexión que más de una vez nos asalta y que hemos oído muchas veces, incluso a la propia UNICEF: se necesita una comunidad para educar a un niño. Es verdad. Incluso los que vivimos en grandes ciudades (como yo) necesitamos acudir a nuestro círculo más cercano para poder ofrecerles a nuestros hijos lo mejor, empezando por el colegio, el lugar al que acuden cada día para estar con otros niños y aprender y terminando por la familia, los amigos, los vecinos… la comunidad, en general.

Y sin embargo, el modelo al que se refiere la diputada Anna Gabriel, un modelo en el que “son tan hijos tuyos los hijos e hijas que has tenido tú como los que ha tenido el resto” no se parece en nada a lo que vivimos a diario muchos padres, especialmente los que vivimos en grandes núcleos urbanos donde todo está tan lejos de todo, vivimos a toda velocidad y apenas conocemos a nuestros vecinos.

Y tal y como están las cosas ¿dejaríamos a los niños en manos de esos vecinos? ¿Podríamos ahora repetir el modelo que se seguía hace cientos, miles de años teniendo en cuenta cómo vivimos, cómo somos ahora? Y lo que más me inquieta ¿es tan terriblemente malo el modelo que tenemos ahora?

Educar en Comunidad… quizás SÍ.

No es la primera vez que escuchamos una propuesta parecida a la que sugiere Anna Gabriel: "como en muchas otras culturas que hay en este mundo, donde la figura de la paternidad o la maternidad no está tan individualizada, no se centra en un núcleo tan pequeño como el de la familia nuclear". La activista María Llopis trata ya este asunto en su libro Maternidades Subversivas, donde habla de esta cocrianza y nos invita a inspirarnos en otro tipo de sociedades y de ver la crianza desde otra perspectiva, sin juzgarlo en base a nuestras costumbres. También han trabajado en ese sentido Casilda Rodrigáñez y Ana Cachafeiro, fundadores de la Asociación Anti-patriarcal. Es un tema que lleva debatiéndose desde hace años y se ha puesto de moda en los últimos tiempos, pero tiene tanto partidarios como detractores.

Por un lado, su propuesta me parece realmente interesante. El otro día mismamente le comentaba a una amiga lo difícil que estaba siendo para mí educar y ocuparme de dos niñas en soledad (mi pareja trabaja cientos de horas y viaja mucho), que echaba de menos tener a mi familia más cerca, a mis amigos, etc. En definitiva, alguien con quien pudiera compartir esta responsabilidad y que me aportara otro punto de vista… y también libertad (¿por qué no?), como se cuenta tan bien en este artículo.

Soy la primera persona que considera que mis hijas no pueden pasarse todo el tiempo conmigo porque terminarán contagiándose exclusivamente de mi forma de ver la vida. Por eso trato de que salgan mucho, de que conozcan a gente diferente, vayan a actividades extra-escolares variopintas, pasen fines de semana con sus abuelos o sus primos, que vayan a dormir a casa de sus amigas y viajen, viajen mucho. Porque sólo de esa manera, estando con otra gente que vive y piensa diferente de sus padres, abrirán su mente y se convertirán en mejores adultas: más respetuosas con los demás, más conciliadoras, más flexibles y, en consecuencia, más preparadas para adaptarse a cualquier situación en definitiva.

Por otro lado, creo que Anna Gabriel tiene algo de razón cuando dice que al tener hijos nos volvemos más conservadores. Es cierto. Cuando tenemos niños algo pasa en nuestro interior, ellos pasan a convertirse en lo primero y lo más importante y pones el resto del mundo en un segundo plano. Cualquier cosa vale con tal de protegerlos.

Educar en Comunidad... por qué digo NO.

Según la diputada de la CUP el modelo actual le parece pobre y que enriquece muy poco, que “tiende a convertir la personas que tienen niños y niñas en muy conservadoras”, pero yo creo que ha llevado la definición al extremo y obviando claramente los brutales lazos emocionales que tenemos con nuestros hijos biológicos.

Es algo instintivo. Algo que está ahí desde siempre y que puede que sea responsable de hayamos sobrevivido como especie. ¿Es conservadurismo o es supervivencia ese sentimiento de pertenencia que tenemos con nuestros hijos?

Y, sinceramente, los que somos padres nos preguntamos si seríamos capaces de desprendernos de nuestros propios hijos para que otros los educasen y tomasen decisiones que les afectan. Personalmente me cuesta la vida morderme la lengua cuando alguna de las abuelas de mis hijas opina que debería abrigarlas más/no dejarlas ir descalzas/darles más pettisuisse/etc.

¿Qué haríamos si fuéramos varios opinando? ¿Votaciones cada vez que hubiese que tomar una decisión? Y lo que más me preocupa: ¿sería capaz de aceptarlo si yo opinase otra cosa, si yo pensase que para mi hija sería mejor otra opción?

Por otra parte, no termino de entender por qué criar a nuestros hijos en una familia tradicional es más conservador en todas, todas, todas las situaciones. Si la otra opción, la de educar en comunidad, siempre sale ganando en la comparación. ¿Dependerá de la comunidad en la que caigas, no? En sus valores, su ideología, sus miembros.

Según el psicólogo experto en relaciones Esteban Cañamares "hasta hace cuatro días, como quien dice, en la educación del niño participaban más familiares y ese punto es favorable (...), pero de ahí a la tribu hay diferencias. El niño necesita sentir que pertenece a un grupo estable y tener unos núcleos fuertes con sus padres".

Lo siento, pero no puedo estar de acuerdo en que esta solución sea la mejor. Y entiendo que Anna Gabriel estaba expresando una opinión personal y luchando contra el sistema de patriarcado tradicional (tan conservador e inmovilista), pero no todas las familias tradicionales (teniendo en cuenta que tradicional en mi opinión hoy en día no tiene por qué significar sólo el modelo de un padre y una madre) tienen como resultado individuos conservadores y aburridos. De hecho, ella misma reconoce en una entrevista que su mayor tesoro son los valores heredados de su familia.

Todos nosotros somos el fruto de la educación y esos valores que nos han dado nuestros padres, pero también del entorno y la situación que nos ha tocado vivir, al final una tribu más o menos evolucionada, dependiendo del caso. En unos, viviremos en un núcleo cerrado. En otros, podremos interactuar más, tendremos más libertad y más influencias de otro tipo. Y para eso no hace falta renunciar a criar a nuestros propios hijos.

Fotos: Unsplash.com

En Trendencias|Manifiesto de una buena madre trabajadora de hoy en día

[

](https://www.instagram.com/accounts/login/?next=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Ftrendencias%2F)

Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com

VER 3 Comentarios

Portada de Trendencias