No digas delgada, di lista para la playa ¿En serio?

Algunas propuestas pueden tener muy buenas intenciones (o no), pero no por ello dejan de resultar como mínimo poco útiles. Un buen ejemplo es el post en el que Lauren Conrad anuncia que a partir de ahora va a dejar de mencionar términos "body shaming" como delgada o flaca (skinny, slim, thin) y los va a cambiar por palabras como "fit", "toned" y "healthy", que ya conocemos de sobra porque últimamente están por todas partes.

Por un lado intenta convencernos de que lo importante es estar saludable, haciendo ejercicio y comiendo sano todo el año, pero misteriosamente ella misma confiesa que cuando llega el verano y tiene que quitarse las capas de ropa que la cubren, tiene la necesidad de estar más saludable. Y yo vuelvo a repetir ¿En serio? ¿En esta frase, de verdad que es saludable la palabra que quieres usar? ¿Necesitas una analítica con buenos resultados a juego con el bikini?

Otras palabras, el mismo mensaje

Todo esto dicho con el fin de proponer una dieta con la que obtener supuestamente una “imagen corporal positiva”. Este es uno de sus objetivos:

Siguiendo estas sugerencias deberías sentirte segura, feliz y lista para ir a la playa o la piscina en tu traje de baño favorito

Vaya ¡qué casualidad! "lista para la playa" es justamente el mismo mensaje que utilizó la compañía Protein World anunciándose en el metro de Londres, y que causó polémica por inducir lo mismo que Conrad dice querer evitar, que la gente se sienta avergonzada por su cuerpo.

Pero esto no es nuevo, ya nos advirtió mi compañera Lady Fitness de que la fitspiration se nos puede ir de las manos y en nombre de estar sanos y fuertes, que es más políticamente correcto, se llegan a decir todas las barbaridades que nadie se atrevería a mencionar si en lugar de conseguir un cuerpo fitness estuviéramos hablando de adelgazar.

Mismo perro, distinto collar. El problema es que estos cambios se supone que se hacen no solo para herir menos sensibilidades, sino para evitar fomentar la anorexia, una enfermedad grave a la que se puede llegar dejando de comer, pero también mediante un exceso de actividad física. Por lo que machacar todo el día con el Fit Body, lamentablemente, puede llegar tener efectos igual de negativos.

No vale con decir lo mismo de otra forma, hay que decir cosas diferentes. El problema no son las palabras; adelgazar, estar delgada, alimentación saludable, dieta… ¿Por qué van a ser malas? ¿Las personas delgadas tendrán que llamarse personas x? ¿Las mujeres que quieran perder peso tendrán que usar metáforas?

Ahora recurrimos a términos más “adecuados”, pero resulta que si no tienes un cuerpo fitness, no solo no eres atractivo, encima no tienes voluntad y careces de buena salud. Los mensajes me resultan mucho más nocivos.

¿Y si nos dejamos todos un poquito en paz?

Reconozco que soy la primera a la que le gusta comer sano, hacer ejercicio (especialmente pilates) e intentar motivar a los demás a que se alimenten bien y se muevan un poco. En mi familia he vivido muy de cerca las consecuencias que puede provocar la obesidad (diabetes, problemas cardiovasculares, diálisis e incluso muerte) y no es una cuestión principalmente estética la que me provoca dar este tipo de consejos a los demás, pero reconozco que con el tiempo me he dado cuenta de que a veces es mucho más saludable dejar a la gente tranquila.

Al fin y al cabo cada uno es responsable de lo que hace con su cuerpo y puede ser tan contraproducente no hacer ejercicio, como obligarnos a realizar una actividad que nos estrese o añada todavía más cansancio a nuestro día a día.

Pero tampoco nos engañemos, no tienen nada que ver los consejos que puedan dar las personas a las que simplemente les gusta cuidarse y quieren compartir conocimientos (si yo sé que es bueno para mí, por qué no para los demás), que toda una industria gigantesca, con intereses comerciales que dependen de nuestras ganas de tener un cuerpo distinto al que nos ha tocado.

Aprender a comer bien y reforzar la autoestima son dos puntos claves para luchar contra la anorexia, y lo primero sin lo segundo difícilmente puede funcionar. Así que de nada sirve que hablemos de dietas saludables si no hacemos algo por ayudar a darnos el valor que realmente tenemos, y que va mucho más allá de cuánto pesamos o medimos.

No digamos mentiras, no hace falta tener unos glúteos de piedra para estar sano, ni marcar abdominales o tonificar el pecho. Estar sano es otra cosa, y si tenemos dudas, nos lo puede aclarar mejor el médico que una empresa interesada en vender productos (muchos) para perder peso.

Así que este verano, si tenemos la oportunidad de ir a la playa, olvidémonos de nuestro cuerpo, aunque sea solo por unos días, para disfrutar de la arena, el sol, el mar… ¡Hay vida ahí afuera! Y por suerte tenemos un cuerpo y un cerebro, para poder aprovecharla.

Fotos | Protein World
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