Entrevista al Dr. Grimalt, para que nos explique cómo enfentarnos a la hiperhidrosis

Mi amiga María es una niña guapísima, con mucho estilo. Sin embargo, lo pasa fatal porque suda muchísimo. Tener las manos sudorosas en momentos de miedo o de tensión es natural, pero cuando esto se produce de forma continuada es una fuente de frustración difícil de entender para quien no lo sufre.

La pobre se angustia cuando, en invierno, todas las personas que están a su alrededor se quejan de que hace mucho frío, y ella, sin embargo, se pone a sudar como si estuviésemos en verano. Por lo visto, esa sensación de humedad permanente es espantosa, sobre todo porque luego se le enfría el sudor y se queda helada.

La he estado observando, y es como si somatizase todas sus emociones a través del sudor. Si está estresada, suda. Si se altera, suda. Yo creo que está obsesionada, y de alguna forma, al no parar de darle vueltas al asunto, sin pretenderlo, suda más. Lo que más me preocupa es cuando dice que siente que ha perdido el control, porque el sudor aparece en los momentos más inoportunos, y le preocupa horrores que pueda llegar a oler.

Hace poco, me comentó que para que no se viese la mancha que suele dejar el sudor en la ropa había comenzado a utilizar una especie de protectores que colocaba entre la axila y la ropa, para que transpiración no traspasase la tela. Intenté animarla, quitándole hierro al asunto, pero entiendo perfectamente que le afecte y que pueda llegar a sentirse deprimida.

Al principio, intentó tratar su problema con antitranspirantes fuertes, que fuesen capaces de taponar las glándulas sudoríparas. En la farmacia le dijeron que los desodorantes que incluían en su fórmula cloruro de aluminio hexahidratado al 6,5% en alcohol etílico anhidro al 93% habían demostrado ser los más efectivos.

En la farmacia también le dijeron que algunas personas con su mismo problema intentan mantener a raya la hiperhidrosis medicándose con anticolinérgicos. Pero no conoce a nadie que los haya tomado y que le pueda decir si realmente son efectivos, y si tienen o no efectos secundarios, pues no se ha atrevido.

Opciones

Desde que se supo que el ex marido de la actriz Sharon Stone la había denunciado por hacer que inyectaran botox en los pies de su hijo para que dejaran de sudar, muchos se preguntan si de verdad este remedio resulta efectivo. Al parecer, Sharon Stone y su QI de 154 no se equivocaban, la toxina botulínica tipo A, más conocida por botox, ha demostrado ser un buen tratamiento para la hiperhidrosis.

Mediante una prueba colorimétrica se impregna la superficie de la zona a tratar con tintura de yodo. Esto permite que los médicos entrenados en el uso de esta toxinas visualicen la localización de las glándulas sudoríparas. El pinchar botox en estas glándulas garantiza su bloqueo durante 6 meses. Al cabo de ese tiempo, habría que volver a inyectar. Aunque efectivo, conviene saber que los periodos, entre pinchazo y pinchazo, con el tiempo se van acortando.

Finalmente, en los casos más graves o cuando ya no se pueda más – como ocurre cuando se tiene una hernia de disco -, lo mejor es visitar al dermatólogo. Y si este lo considera oportuno después de estudiar caso por caso, recomienda un procedimiento quirúrgico llamado simpatectomía. Al tratarse de una operación que se realiza bajo anestesia general, el dermatólogo suele derivar el caso a un cirujano de tórax.

Este especialista en cirugía lo que hace es cortar algunos de los ganglios de la cadena del sistema nervioso simpático ubicado en el interior del tórax, en paralelo a la columna vertebral. Es una operación breve que no dura más de una hora, y que permite al paciente hacer vida normal transcurridas 48 horas.

Se trata de una intervención quirúrgica irreversible, por lo que normalmente es el paciente el que marca cuándo hay que hacerla. Normalmente suele ser después de haberlo probado ya todo, cuando se da cuenta de que si quiere tener calidad de vida, no le quedan más alternativas.

Por todo esto que os cuento, cuando recibimos el mail que nos enviaba la marca Rexona anunciando que había creado una gama de desodorantes especialmente diseñada para ofrecer una protección eficaz a las personas con un exceso de sudoración, pensé que las casualidades no existen, y decidí aceptar la invitación que nos hacían de poder entrevistar al doctor Ramón Grimalt (profesor de dermatología de la Universidad de Barcelona, y coordinador de dermatología de la Universidad Internacional de Catalunya).

Entrevista Dr. Ramón Grimalt

Doctor, ¿es cierto que las personas que sufren hiperhidrosis tienen alterada la coordinación entre el sistema nervioso central y el sistema nervioso autónomo, y que eso provoca que cualquier alteración emocional active sus glándulas sudoríparas?

El centro de regulación de la temperatura corporal depende del sistema nervioso autónomo, que a su vez, si se puede ver estimulado por los cambios en el sistema nervioso central.

En alguna parte hemos leído que la hiperhidrosis está relacionada con una hiperactividad de las fibras simpáticas. ¿Sería Vd. tan amable de traducirnos estos términos a un lenguaje que todos podamos entender?

Las fibras simpáticas son aquellas que nos regulan nuestro tono vital. Nos permiten activarnos cuando nos levantamos, por ejemplo, o cuando hay sensación de peligro: se agudizan los sentidos, sube la presión arterial, se aumenta la frecuencia cardiaca, existe una retención urinaria… El sistema parasimpático, por el contrario, controla los nervios autónomos que nos dejan relajados, tranquilos: baja la presión, se desconectan los sentidos, nuestra vista no está activada.

¿Es cierto que los cuerpos producen más sudor del necesario para poder regular su temperatura corporal?

El sudor tiene como función regular la temperatura corporal. En las personas con hiperhidrosis, existe un exceso de sudor para regular la temperatura corporal.

¿Existen muchas afecciones dermatológicas que sean simétricas, como ésta, y que afecten a ambos lados por igual?

La mayor parte de las afecciones de la piel tiende a salir de forma bilateral y bastante simétrica: soriasis, urticaria, eccema, alopecia, acné…

¿Puede la hiperhidrosis afectar también a otras zonas del cuerpo?

La zona más habitual son las axilas; después palmas; palmas, plantas y axilas, zona cráneo facial y en algunas personas, zona troncal.

Una de las peores consecuencias de una sudoración excesiva es el fuerte olor que desprende. ¿A qué se debe?

No es siempre así. Muchas personas con hiperhidrosis no sufren bromhidrosis, que es el mal olor corporal. La bromhidrosis depende de la colonización bacteriana del sudor encima de la piel. Cuando sale el sudor de las glándulas es inodoro, no desprende ningún olor, excepto en algunas enfermedades o después de la ingesta de algunos alimentos, como por ejemplo el ajo.

Hemos visto como la piel afectada por el sudor suele tener un color blanco o azulado, y en los casos más graves parece macerada, escamada o con fisuras o heriditas ¿Qué se puede hacer en estos casos?

Lo ideal será tratar el exceso de sudor y desaparecerían estos signos.

¿Es cierto que el ejercicio físico, aunque en principio haga sudar más, ayuda a equilibrar el sistema nervioso?

Si uno disfruta haciéndolo, probablemente mejorará su estado de ánimo. Si para uno es una tortura, puede empeorarlo.

¿Practicar yoga podría ayudar a quien padece esta enfermedad?

Probablemente sí.

¿El someterse a una operación para que le extirpen a uno las glándulas sudoríparas puede tener contraindicaciones?

Técnicamente no es así. Se puede hacer una resección parcial de las glándulas sudoríparas axilares en casos muy concretos, y si se hace de modo correcto, no tiene ninguna repercusión para la salud.

¿Es cierto que cuando a uno le practican una simpatectomía, suele aparecer un nuevo sudor compensatorio en otras zonas del cuerpo?

Así es. Más o menos en la mitad de los pacientes sometidos a simpatectomía existe la hiperhidrosis compensatoria: si se operan de las manos, luego sudan de la espalda o de la barriga.

¿Podría confirmarnos si es verdad que la mente también tiene mucho que ver a la hora de hacer que la temperatura de nuestros cuerpos aumente? Si es así, ¿cómo podemos aprender a controlarla?

Si que existe relación entre el estado de ánimo y la hiperhidrosis, pero no es la causa.

Después de entrevistar al Dr. Grimalt, volvimos a ponernos en contacto con Rexona. Sus responsables nos explicaron que su línea "Maximum Protection" incorpora una nueva fórmula a partir de tres componentes principales.

Contiene AZAG, un principio activo anti-transpirante compuesto por sales de aluminio y zirconio, que crea una fina capa en la superficie de la piel para prevenir y regular la transpiración mientras deja que la piel respire y una fragancia encapsulada que ayuda a luchar contra los malos olores. Las microcápsulas se activan con la humedad, liberando su fragancia y frescura, especialmente en momentos de actividad física, estrés o ansiedad.

Por último, contiene dimethicone, cuyos agentes hidratantes cuidan la piel aportando una gran sensación de suavidad. La nueva línea ha sido testada dermatológicamente poniendo a prueba el desodorante en unas condiciones ambientales extremas. El resultado confirma que el desodorante protege hasta 48h, alcanzando niveles de eficacia de desodorantes de farmacia, pero a un precio estupendo: 4,99 euros.

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