Courteney Cox se une al club del cambio radical de cara

Ha vuelto a pasar, ya tenemos otra celebrity más que aparece irreconocible en un photocall. Esta vez se trata de Courteney Cox que se presentó así hace unos días en un estreno, con evidentes síntomas de haber pasado por el quirófano, como una piel exageradamente tersa, la cara hinchada, los ojos más rasgados… y principalmente el provocar la sensación al mirarla de no estar viendo a la misma persona.

¿Qué les pasa a las actrices? ¿Por qué cada vez son más las que prefieren exponerse a cirugías exageradas con resultados muy poco afortunados en lugar de simplemente envejecer de forma natural?

Siempre jóvenes

Si miramos el aspecto de las mujeres de 51 años (los que tiene la actriz actualmente) de hace unas décadas, o incluso el de las mujeres de 40, veremos que había una diferencia importante con el look y la apariencia de las chicas de 20. Hoy cuesta mucho más encontrar esa disparidad.

El atractivo se mide en función de la juventud, o de la apariencia de juventud y eso lleva a todo un proceso de dietas, cuidados cosméticos, tratamientos y/o operaciones varias, que nos afecta a todas en general, pero de forma mucho más pronunciada a aquellas que tienen que estar expuestas constantemente a la presión del público y los medios.

Pero por más que avance la ciencia, de momento la edad se puede disimular solo hasta cierto punto. Las manos y las rodillas de Courteney la delatan, al igual que lucir un rostro en algunas fotos, más parecido al de Megan Fox que al suyo propio.

No es un cambio de un día

En este caso, como en la mayoría, no se puede decir que el cambio haya sido de un día para otro. El pasado mes de marzo, aunque el contorno de los ojos lucía mucho más natural, ya se notaban varios retoques, sobre todo en los pómulos y alrededor de la boca.

Un par de meses después, las patas de gallo han desaparecido y se perciben más cambios, pero todavía está en ese límite en el que aunque la cirugía es evidente, nadie se echa las manos a la cabeza ni se pregunta ¿qué se ha hecho?. Lo cual es bastante curioso, porque demuestra también que el botox y las intervenciones estéticas solo nos alarman o escandalizan cuando salen mal, mientras queden bien todo sigue su curso de felicidad y belleza.

Hay que remontarse varios años atrás, al menos diez, para encontrar de nuevo la expresión “Monica Geller” al 100% que nos enamoró a todos.

La ley de la oferta y la demanda

El cambio de Courteney Cox me apena, y no por ella especialmente, al fin y al cabo es libre de hacer lo que quiera y quizá hasta se ve más guapa así, sino porque una vez más queda en evidencia que gran parte de las actrices no son más que productos, y como tales tiene que mostrarse siempre apetecibles.

Este es el mensaje que se nos transmite también al resto de la sociedad, ya no se trata solo de que una mujer mayor es menos atractiva que una joven (lo cual, seamos realistas lo piensa casi todo el mundo), es que al final parece que gustar físicamente a los demás tiene que ser una prioridad en la vida y no conseguirlo un motivo de infelicidad que a veces lleva a casos tan extremos como el del suicido del Dr. Brandt.

Por suerte hay actrices que ponen la pasión por su trabajo por encima de la apariencia y no tienen problema en pasar de interpretar a las hijas a dar vida a madres, abuelas y lo que haga falta. Pero ¿qué futuro les espera a las integrantes del club del cambio radical de cara? Al final no consiguen encajar en los papeles de su edad, pero tampoco en los de la que intentan aparentar. Si el miedo es por dejar de trabajar, parece que la cirugía, tampoco es la solución.

Mientras los ex-compis de Monica en Friends lucen tan panchos canas, arrugas e incluso papada. Tampoco se libran de las críticas, pero ahí están, echándoselas a la espalda con una sonrisa.

Fotos | Cordon press
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