Los faros tienen un encanto especial. Algunas de esas viejas construcciones en primera línea de mar, rodeadas de leyendas, han ido quedando en desuso o siendo sustituidas por tecnologías más modernas. Ya son pocos los lugares en los que el tráfico marítimo depende de un farero solitario, así que ha tocado reconversión y algunos de ellos han dado lugar a unos preciosos hoteles con encanto.
Semáforo de Bares, A Coruña
El punto más septentrional de la Península Ibérica es el cabo de Estaca de Bares. En plenas Rías Altas gallegas, con acantilados infinitos y mareas vivas, se sitúa el hotel Semáforo, a 210 metros sobre el nivel del mar y con solo seis habitaciones, entre las que destaca la suite hexagonal, con ventanas desde las que perdernos en vistas que no parecen tener fin.
Precios: entre 56 y 180 euros, por habitación y noche.
Dirección: Santa María de Bares, Mañón - A Coruña.
El Far de Llafranc, Girona
En la antigua casa de postas anexa al faro de Llafranc, encontramos el hotel con encanto El Far, sobre un acantilado de 169 metros y rodeado de calas en las que perdernos al sol. Sus habitaciones de ambiente mediterráneo nos parecen el lugar ideal para desconectar durante unos días.
Precios: entre 80 y 180 euros, aproximadamente, por habitación y noche.
Dirección: Muntanya de Sant Sebastià, Llafranc - Palafrugell (Girona).
Cap de Creus, Girona
Sin movernos de Girona, llegamos al lugar donde la Costa Brava es más brava que en ningún otro. En pleno Parque Natural del Cap de Creus, encontramos el faro y, a su lado, una hospedería abierta hace algo más de 20 años por un inglés que se enamoró de la zona y que, desde entonces, ofrece comidas en su restaurante y alojamiento en la antigua casa de postas anexa al faro.
Dirección: Cap de Creus. Cadaqués (Girona).
Spartivento, Cerdeña
Nos escapamos a una de nuestras islas favoritas del Mediterráneo para conocer un hotel en un faro de auténtico lujo. En la punta más meridional de Cerdeña, se encuentra el Capo-Spartivento, una auténtica experiencia de alojamiento inolvidable, con sus cuatro suites de 35 metros cuadrados, piscinas y jacuzzis.
Precios: Entre 500 y 1.000 euros por habitación y noche.
Dirección: Capo Spartivento, Cagliari. Cerdeña (Italia).
Høyevarde, Noruega
Noruega, con más de 20.000 kilómetros de costa, es el auténtico paraíso del alojamiento en faros. Una iniciativa convirtió más de 50 faros en hoteles singulares. Uno de los más bonitos es el de Høyevarde, cerca de la ciudad de Stavanger, al suroeste del país. Está abierto los fines de semana de junio y julio para huéspedes individuales, y durante todo el año para estancias de grupos.
Dirección: Hydrovegen, 160. Håvik (Noruega).
Belle Tout, Inglaterra
El faro de Bell Tout abrió sus puertas como hotel en 2010, después de dos años de trabajos de restauración en esta construcción que data de 1823. Con unas vistas privilegiadas de la costa de Eastbourne, al sur de la isla, cuenta con seis habitaciones con una cuidadísima decoración de aires marineros.
Precio: entre 185 y 275 euros por noche.
Dirección: Hydrovegen, 160. Håvik (Noruega).
Harlingen, Holanda
El faro de Harlingen, en Holanda, es uno de los alojamientos más singulares que hemos encontrado. Y lo de 'singular' es literal, ya que cuenta solo con una habitación doble, ideal para una escapada romántica (si esa es la idea que tenemos, el alojamiento cuenta con varios extras, como botellas de champán o entrega de rosas). Eso sí, los precios son algo prohibitivos.
Precio: entre 319 y 349 euros por noche.
Dirección: Havenweg, 1. Harlingen (Holanda).
Imágenes | Semáforo de Bares, El Far de Llafranc, Restaurante Cap de Creus, Faro Capo Spartivento, Høyevarde, Belle Tout y Harlingen.
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