Cuenca es una de las capitales de provincia más bonitas de la geografía española para desconectar sin necesidad de huir al campo o la montaña. Este, en concreto, es un lugar muy especial y particular porque su casco histórico se despliega al borde de paredes rocosas, en plena serranía. La Catedral, las Casas Colgadas y sus calles empedradas son encantadoras. No es de extrañar que esté declarada Patrimonio de la Humanidad. No obstante, si te pillan días de lluvia en tu visita, hay mucho que hacer, como aprovechar para probar su gastronomía de tradición pastoril.
Museo de Arte Abstracto Español
Aunque mucha gente no lo sabe, Cuenca es una capital del arte y este museo un imperdible. Ubicado en las singulares Casas Colgadas, en pleno centro histórico y en un edificio medieval único en España, expone una colección de arte abstracto y reordena su colección periódicamente para acoger exposiciones temporales. Un museo pequeño pero bello, en el que se mantiene un notable equilibrio entre pintura, escultura y arquitectura.
Túnel de Alfonso VIII
Este espacio sirvió de refugio durante la Guerra Civil. Su ubicación estratégica en las comunicaciones entre el centro de España y el Levante situaron la ciudad en el punto de mira de los ataques aéreos. Esto hizo que se diseñase un sistema de túneles subterráneos en los que pudiesen refugiarse los ciudadanos. Hoy, podemos conocer cómo eran esos espacios defensivos gracias a la rehabilitación del túnel de la calle Alfonso VIII: una galería de 95 metros de longitud con visitas guidas e incluso teatralizadas.
Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha
El núcleo fundacional de esta colección está constituido por los fondos procedentes de las intervenciones paleontológicas en los yacimientos conquenses de Las Hoyas (Cretácico Inferior de La Cierva) y Lo Hueco (Cretácico Superior de Fuentes), aunque también forman parte de esta colección el resto de los depósitos paleontológicos de titularidad de la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha. En este momento la colección está compuesta por restos procedentes de yacimientos que abarcan los últimos 550 millones de años de la historia de la tierra, pero con una especial representación de los registros paleozoicos de Toledo y Ciudad Real, mesozoicos de Guadalajara y Cuenca y cenozoicos de toda la región.
Foto de portada | spain.info
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