Situado en la Costa Centro Occidental de Asturias, Cudillero es un pintoresco pueblo marinero declarado Conjunto Histórico Artístico. Y es que, en sus límites, las casas cuelgan de la montaña luciendo alegres colores. Además, en el municipio (que es homónimo) los viajeros pueden encontrar un paisaje increíble con playas únicas, verdes valles, vertiginosos acantilados, ríos, cascadas y media montaña con brañas vaqueiras (el lugar donde los vaqueiros de alzada llevaban a su ganado a pastar).
Qué ver en Cudillero
Situado en una ladera entre dos colinas, Cudillero es invisible a miradas desde tierra y mar. En sus límites se habla un dialecto propio, el pixueto, que poco a poco va cayendo en desuso. Aunque este pueblo se puede visitar en una sola mañana, merece la pena dedicarle todo un día. Y es que, a pesar de ser un lugar pequeño, se distinguen en él dos culturas:
Por un lado están los pixuetos, que son pescadores y habitantes de la parte baja del pueblo, allí donde las casas cuelgan de la ladera de la montaña. Por otro tenemos a los caízos, que viven en la calle principal que da acceso al pueblo. Se trata de la zona de los oficios, donde tradicionalmente se ubican los comerciantes.
El puerto, como cabe imaginar, es de obligada visita. Desde el muelle pueden verse los pequeños barcos pesqueros que abastecen los restaurantes del pueblo y las redes secándose al sol. Además de un escarpado acantilado con un faro. En esta zona también se encuentran varios puestos de artesanías.
El Ayuntamiento es un excelente punto de partida para iniciar un paseo por el casco antiguo, donde se encuentran las calles más bonitas, los mejores miradores y rincones mágicos como las Caracolas de Teixera: una casa cubierta de conchas. En lo que respecta a los miradores, recomendamos el del Pico. Desde allí se pueden contemplar las casas de una de las laderas. Aunque, si se busca más altura, también está La Atalaya.
El edificio más antiguo del pueblo es la Capilla Humilladero, del siglo XIII.
Un templo medieval de estilo gótico en el que generaciones de marineros han en buscado protección y buena y suerte. Aunque, eso sí, está un poco alejada de la zona más céntrica de la villa.
Por último, el palacio la Quinta de Selgas es conocido popularmente como el Versalles asturiano. Está situado a 2 kilómetros del centro pero merece la pena dedicarle una parte de nuestra visita. Construido entre 1880 y 1895 en estilo francés, destaca por su decoración original y pinturas de grandes artistas como Goya y El Greco, además de una importante colección de tapices y, especialmenteo, por sus asombrosos jardines de 9 hectáreas.
Dónde comer en Cudillero
Aunque Cudillero es famoso, sobre todo, por su paisaje, no se queda corto en el ámbito de su gastronomía. El pueblo cuenta con una amplia oferta de restaurantes y propuestas gastronómicas muy interesantes.
El bar La Gijonesa es el local mejor valorado por los clientes en Tripadvisor. Se encuentra en el número 3 de la Plaza de la Marina (centro neurálgico de la actividad gastronómica del pueblo y uno de sus lugares más bonitos). Eso sí, más que para sentarse a comer, es perfecto para el aperitivo o un picoteo. Y es que no cocinan sino que sirven los productos que tienen en tienda: como quesos, conservas, fabada... De altaísima calidad.
Después de comer y, ya que estás en la Plaza de la Marina, no dejes pasar la oportunidad de subir las escaleras que llevan el Mirador el Baluarte, situado justo detrás de la Iglesia de San Pedro, construida de mediados del siglo XVI y otro de los lugares que visitar en Cudillero.
No obstante, en un pueblo pesquero, no puede faltar el marisco. Para ello, el favorito de los viajeros es la sidrería El Remo, ubicado en el número nueve de la calle Fuente de abajo. Cocina típica asturiana con productos de primera calidad donde disfrutar de una comida espectacular. A destacar su cazoleta de rape y las zamburiñas. Importante reservar o ir temprano en temporada alta.
Quienes quieran comerse un buen cachopo, por otro lado, no pueden dejar de pasar por Casa Mari, en el número 2 de la calle Riofrío. Una sidrería con una excelente atención del personal, unas raciones muy generosas y de una calidad excelente. Igual que la relación de esta con el precio.
Seis noches en Hotel Isabel
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