María Yuste
Editor SeniorEn España tenemos la suerte de contar con uno de los mejores planazos que existen para una escapada de invierno. Y eso que es sorprendente lo poco conocido que es el pintoresco pueblo de Alhama de Aragón y todo lo que tiene que ofrecer. Para empezar porque en él se encuentra el lago termal más grande de toda Europa. Y también, porque se encuentra a solo dos horas de Madrid, tanto en AVE como en coche.
Es imposible hablar de Alhama de Aragón sin hacerlo de sus aguas termales porque su historia y belleza van unidas. Los romanos ya le atribuyeron poder terapéutico y hasta "milagroso" hace más de dos mil años. Después, los musulmanes fueron los encargados de bautizar a la población con su nombre actual, que significa ‘fuente termal’.
Vestigios de esa presencia musulmana son aún a día de hoy sus calles estrechas y sinuosas, así como la torre de una antigua fortaleza que todavía se conserva en lo alto del pueblo. También hay restos mudéjares aún visibles para quien sepa mirar en las yeserías de la iglesia parroquial de la Natividad de la Santísima Virgen. Una pista: se encuentran en las bóvedas de cañón con lunetos, decoradas con estrellas y puntas de diamante, y en la cúpula del crucero.
Balneario Termas Pallarés
No obstante, no fue hasta a finales del siglo XIX y principios del XX que estos balnearios vivieron su época de mayor esplendor, cuando darse baños medicinales y beber el agua de su impresionante lago termal era habitual. Fue entonces cuando se construyeron los edificios de estilo modernista donde actualmente se ubica el Balneario Termas Pallarés.
Aunque el pueblo también acoge el Hotel Balneario Alhama de Aragón, es en medio de la primera finca, de bosque frondoso de más de 70.000 metros cuadrados, donde se encuentra un lago termal único en Europa, ideal para bañarse en cualquier época del año. Eso sí, no hace falta estar alojado para bañarse en él. Cualquiera puede acceder al lago pagando de la entrada correspondiente.
Balneario Termas Pallarés
Una piscina natural gigantesca de aguas tranquilas y cristalinas a la que llegan aguas que brotan constantemente a 34ºC de varios manantiales de agua mineromedicinal. No obstante, en el lago bajan hasta los 28 y 29º C y así se mantienen durante todo el año. Además, pesar de tratarse de un lago de dos hectáreas, solo tiene dos metros de profundidad.
Estas aguas le han dado fama internacional al pueblo en todo el mundo. No obstante, la estancia en Alhama es ideal para hacer alguna excursión a lugares próximos del sur de Zaragoza, por ejemplo, al emblemático Monasterio de Piedra o a la ciudad de Calatayud, situados ambos pocos kilómetros de distancia.
Foto de portada | loraul
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