El lugar menos conocido del Mediterráneo europeo es también el destino más barato para irse de vacaciones este año

Un viaje a la playa en temporada alta no masificado y por mucho menos dinero es posible en la costa albanesa

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No queremos que te agobies, pero es hora de ir decidiendo el destino de las próximas vacaciones de verano. Sobre todo, si no queremos vernos en apuros a la hora de encontrar hoteles y vuelos económicos. Aunque si, además de la rebaja que aporta la antelación, necesitamos un extra de low cost porque nuestro presupuesto está más apretado este año que otros, te sugerimos un destino turístico aún por explotar: Albania.

La parte buena

La Riviera albanesa, o Riviera shqiptare en albanés, quizá sea la franja de costa menos conocida del Mediterráneo europeo. Sin embargo, se trata de una zona turística en auge que todavía estamos a tiempo de conocer sin agobios ni masificaciones, antes de que cobre más notoriedad.

Albania se encuentra bañada por dos mares: el Adriático y el Jónico. Ambos tienen playas interesantes, aunque la fama de la Riviera Albanesa, cuya costa está en aguas del Mar Jónico, es un paraíso.

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Extendiéndose desde las playas al norte de Himara hasta Saranda, en lo que son apenas 60 kilómetros, la Riviera Albanesa goza de 300 días de sol. Esto sumado a que la temperatura promedio de 25 grados en el mes de julio sirven ya de por sí de buena carta de presentación. No obstante, la línea costera jónica es también conocida por tener playas fascinantes con aguas profundas y muy limpias.

Entre sus playas más destacadas se encuentran Ksamil; Kakome; Himara; Borsh o Porto Palermo. Sin embargo, también encontramos pueblos con encanto a lo largo de la costa. Pueblos típicamente mediterráneos con sus castillos antiguos, iglesias, puertos de montaña, además de enclaves en los que disfrutar de la fiesta veraniega de Albania.

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Y es que, en verano, la fiesta nocturna de la capital, Tirana, se desplaza a la costa. Teniendo todo lo dicho en cuenta, además de trasnochar y pasar el día en la playa, podemos hacer excursiones como una ruta de castillos. De hecho, no te puedes perder el de Ali Pasha, el Castillo de Borshi, el Castillo de Kaninë, el de Lëkurësi, el Castillo de Porto Palermo o el Castillo de Gjon Boçari. Del mismo modo, se pueden encontrar numerosos bunkers, como en Porto Palermo, testigos de los años de dictadura y temor a la invasión soviética.

La parte menos buena

Hay que tener en cuenta que, al tratarse de un destino en el que el turismo aún está por ser explotado tal y como estamos acostumbrados en un país como España, la industria está aún en pañales y no podemos esperar encontrarnos con las mismas infraestructuras en Albania.

Por ejemplo, mientras que el alojamiento es muy económico en Albania, es complicado llegar pues no hay vuelos directos desde España. Las opciones pasan, o bien por hacer escala en aeropuertos de Italia; Francia o Alemania hasta llegar al aeropuerto internacional Madre Teresa en Tirana. Teniendo en cuenta también que, después, tendremos que viajar desde la capital hasta la costa albanesa por tierra.

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Otra opción, teniendo esto en cuenta es volar directamente a la isla de Corfú en Grecia o a Italia del Sur para tomar un ferry que vaya directamente al puerto de Saranda. De hecho, esta viene a ser la mejor opción para llegar a nuestro destino final.

Foto de portada | Danny Froese

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