Los 15 lugares más 'instagrameables' del norte de España

Los 15 lugares más 'instagrameables' del norte de España

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Los 15 lugares más 'instagrameables' del norte de España

Puede gustarnos o no, podemos estar más o menos dispuestos a reconocerlo, pero lo cierto es que Instagram se ha convertido ya en un compañero más de viaje cuando salimos de vacaciones. Muchos somos los que dedicamos unos minutos a buscar ese lugar ideal para un selfie muy instagrameable. Y en Trendencias nos hemos propuesto hacer un ranking con lo más de lo más en ese aspecto. Empezamos por el norte, esa tierra a la que a veces dudamos si llegará en algún momento el verano, pero que nos lo compensa con paisajes idilícos, naturaleza en estado puro y el placer de dormir tapados en pleno agosto. ¿Os animáis a conocer quince de sus rincones más fotografiables?

Un vistazo a…
Filter vs. Reality Jameela Jamil

San Juan de Gaztelugatxe

No, no es la Gran Muralla China... ni falta que le hace. 241 peldaños de escalinata separan la tierra de la ermita en San Juan de Gaztelugatxe, pero hasta ese esfuerzo extra merecerá la pena. Porque este islote situado en Bermeo (Vizcaya), con el Cantábrico rompiendo sobre sus rocas, es uno de los lugares más bonitos que podemos encontrarnos. Y, por cierto, escenario de parte del rodaje de Juego de tronos.

Cubos de la memoria

En la escollera del puerto de Llanes, nos encontramos los cubos de la memoria, una de las obras más conocidas del artista vasco Agustín Ibarrola. Se trata de un conjunto de bloques de hormigón pintados con diferentes motivos, que dan al puerto de la localidad asturiana un aire diferente... y muy instagrameable.

Pazo de Oca

Lo llaman el Versalles gallego y no es sin razón. Los jardines del Pazo de Oca, en A Estrada (Pontevedra) nos permitirán trasladarnos a otro lugar y otra época, y encontraremos decenas de rincones en los que retratar nuestra visita para la posteridad. Ideal para una escapada desde Santiago de Compostela. Se puede visitar durante todo el año y la entrada tiene un precio de 4 euros.

Ojo de Buey de Peña Mea

A caballo entre los concejos de Laviana y Aller, la montaña de Peña Mea no es la más alta de Asturias, pero sí una de las favoritas, gracias a paisajes tan caprichosos como el Ojo de Buey, una espectacular abertura circular en la cresta de piedra, con más de 20 metros de diámetro y una gruta que se abre a su izquierda. El lugar perfecto para la foto más deseada.

Santillana del Mar

Viajar en el tiempo. Esa es la sensación que siempre nos provoca una visita a Santillana del Mar, una de las maravillas de Cantabria, donde podremos pasear entre calles empedradas y paisajes que parecen pertenecer a otra época. Y, hablando del pasado, una visita al entorno de las cuevas de Altamira es la forma perfecta de rematar la escapada.

Centro Niemeyer

Situado junto a la ría de Avilés, y contrastando con el tradicional aspecto industrial de la zona, el Centro Niemeyer abrió sus puertas en 2011 y enseguida se convirtió en un referente cultural de la ciudad. Única obra en España del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, su color blanco es el lienzo perfecto para nuestras mejores fotos.

Hondarribia

Casi tocando Francia con las puntas de los dedos, nos detenemos en Hondarribia, un encantador enclave lleno de color y tradición, en el que sería pecado solo detenernos a hacer algunas fotos y no probar las delicias de su gastronomía en alguno de los muchos restaurantes que hacen que lo que ofrece a sus visitantes sea una experiencia de lo más completa.

Tazones

Y de un pueblo de postal situado en el País Vasco a uno que está en Asturias. Tazones fue el primer puerto español que conoció Carlos V en su viaje a España, y ese carácter de puerto orgulloso, en plena ría de Villaviciosa, combina con lo intrincado de sus callejuelas y sus construcciones marineras para darle un aire encantador que no pasa desapercibido a quien lo visita.

Monte Neme

En plena Costa da Morte gallega, el Monte Neme es uno de esos lugares que permanecen semidesconocidos incluso para muchos gallegos. Lleno de leyendas e historias, muchas veces trágicas, hoy en día son las antiguas minas de wolframio las que le dan un carácter casi de paisaje lunar. Sus vistas, su color, la comunión del agua con la piedra... Todo conspira para convertirlo en un lugar muy instagrameable.

Playa de Gulpiyuri

Hablar de una «playa interior» puede parecer un contrasentido, pero todo nos quedará más claro si visitamos Gulpiyuri, en Llanes, una preciosa y diminuta playa en la que el agua entra a través de un túnel formado en las rocas, lo que le confiere su carácter de lugar aislado e íntimo.

Combarro

Observar sus hórreos a pie de mar es motivo suficiente para que le dediquemos a Combarro un día de nuestras vidas. Además, es el lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía de las Rías Baixas y para alejarnos del bullicio que puebla Sanxenxo (a escasos kilómetros) en los meses estivales.

Cudillero

No hay Instagram que se precie que haya paseado por el norte de España y no nos regale la preciosa visión de una foto del pueblo de Cudillero desde su parte inferior. La Lonja en primer término, las casas como colgando en la pendiente y las viviendas con el más puro aire marinero. No sabemos si Cudillero es el pueblo más bonito de Asturias, pero... lo parece.

Playa de As Catedrais

La naturaleza decidió que la playa de Augas Santas, en Ribadeo, en el límite entre Galicia y Asturias, quedara bautizada para siempre como las catedrales, por las formaciones rocosas espectaculares y las grutas en las que perderse. Hoy en día es necesario solicitar un permiso (gratuito) para bajar a la arena, para evitar aglomeraciones. Un consejo extra: si sobra tiempo, el pueblo vecino de Rinlo es otra maravilla para los sentidos (especialmente para la vista y el gusto).

Ruta del Cares

Atravesar los Picos de Europa a través de la ruta del Cares es una de esas experiencias que todos deberíamos vivir una vez en la vida. Situada en la garganta del río Cares, entre León y Asturias, esta antigua vía de comunicación entre pueblos se ha convertido en un hito para los amantes del senderismo, en gran parte gracias a sus espectaculares vistas de la montaña.

Banco de Loiba

Los acantilados de Loiba, en el municipio coruñés de Ortigueira, tienen unas vistas sobre el océano Atlántico que cortan la respiración. Y en medio de ellos, por cortesía de un vecino que decidió instalarlo hace años, nos encontramos un banco que se ha ganado (por méritos propios) el título de «mejor banco del mundo». Sentarnos en él, sentir la paz del mar rompiendo contra los acantilados y, por qué no, inmortalizar la experiencia para siempre en Instagram... es una experiencia inolvidable.

Imágenes | Tuscasasrurales.

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