Si una tendencia me conquista me gusta que se quede en mi armario para siempre. No me guío necesariamente por qué se lleva y qué no, sino más bien por vestir con aquellas prendas y accesorios que me hacen sentir bien y con los que me identifico. Sin embargo, sería absurdo no admitir que temporada tras temporada hay cosas que están in y otras out, un criterio de moda que aplica a todos los elementos que gravitan en el sector y los bolsos no se iban a ir de rositas.
Los bolsos que no superan la nota de corte esta temporada
Los irónicos
Sí, sí, por este nombre no los vas a reconocer, pero tranquila, que te cuento. Me gusta usar este concepto refiriéndome a esos bolsitos que son ideales a nivel diseño pero totalmente inútiles, en el sentido literal de la palabra.
Quizás el mejor ejemplo de ellos sea el Le Chiquito en su tamaño más mini de Jacquemus. ¿Quiere decir esto que vayamos a dejar de ver este modelo de un plumazo? No, para nada, sobre todo porque ya se ha convertido en un icono de la seña de identidad de la marca, pero sí que quedarán atrás sus réplicas e inspiraciones, aunque aún queden algunos resquicios como unos monísimos de Zara de crochet, el tejido del verano.
Esto en parte se debe también a la tendencia que estamos viendo cada vez más denominada recession core, que compite con todo lo llamativo y curioso del empuje en moda de la Generación Z. El término alude a un estilo mucho más sobrio, neutro, discreto, funcional y reutilizable asociando su auge a la crisis política, ecológica, sanitaria, humanitaria y por lo tanto económica que estamos atravesando actualmente.
O te pasas o no llegas
En el otro extremo de la balanza en cuanto a tamaño están los mega clutches, popularizados en las últimas horas fundamentalmente por el Pouch de Bottega Veneta que se ha estado paseando por todas las semanas de la moda y las cuentas de Instagram de las grandes influencers desde 2020.
Como en la foto de Alexandra Pereira para sacarle partido en lugar de desterrarlos al exilio de la última balda, añádele una cadena, algo que también he visto con el First de Fendi, un diseño que me chifla.
¿El motivo detrás de este cambio de escenario? Simplemente la comodidad, ya que los maxibolsos están pisando muy fuerte, pero claro, con asas para que sea viable darle un uso más real.
Estructurados clásicos
Seguro que tienes en tu vestidor algún bolso tipo caja o bucket y yo, a pesar de lo que te voy a contar, te animo a que los sigas usando.
¿Qué pasa? Pues que este año las estructuras han cambiado y giran sobre una estética más futurista y fantasiosa, como sucede con los bolsos de media luna u ovalados de Coperni o Loewe como vimos en el post sobre las nueve tendencias de este 2023.
Bolso sobre bolso
Al contrario que con el vaquero, una de las tendencias en colores de esta primavera-verano con el denim on denim on denim... Eso del doble bolso ya ha pasado a mejor vida.
¿De qué se trataba? Pues de algo que desde el primer momento estaba claro que iba a ser flor de un día y que Louis Vuitton, con el Multipochette, y Prada se empeñaron en meternos entre ceja y ceja.
Algo nuevo para el verano: rafia por crochet
Como comentaba anteriormente, el crochet junto al lino son los tejidos reyes del verano y el primero este año va a pisar fuerte incluso en bolsos. Tanto que quizás desbanque un poco a los clásicos de rafia, incluso a la cesta de Loewe o al tote bag de Dior estampado, ¡con eso te lo digo todo!
Como ya vimos con Melyssa Pinto y su modelo de Pull&Bear, los bolsos de crochet van a ser lo más en los próximos meses y puede que incluso puedas cruzar España saltando de uno en otro.
En pasarela los hemos visto en propuestas de Alberta Ferretti, Dior o Isabel Marant.
Fotos | Launchmetrics Spotlight et al y Louis Vuitton
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