El mundo se ha llenado de mujeres solteras que no quieren pareja o no encuentran una que se ajuste a sus estándares. En España hay casi tres millones de solteras entre los 30 y los 40 y muchos 'machos alfa' afirman que es culpa del feminismo y de nuestras exigencias imposibles. ¿Es eso cierto? ¿Será que nuestras expectativas son demasiado altas?
Sí y no. En realidad, es un poco más complejo que todo eso. Para entenderlo hay que diferenciar entre dos tipos de expectativas. Las primeras están basadas en la igualdad y son necesarias para que una relación pueda perdurar. Las segundas atañen a la búsqueda de control y al sistema de cribado rápido heredado del dating online, que ya se nos ha ido de las manos.
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Las expectativas esenciales

El famoso inversor Warren Buffet se atrevió a subir al escenario del seminario de Mujeres más Poderosas de 'Fortune' y soltar esta perla: "si quieres que un matrimonio dure, escoge a alguien con las expectativas bajas". En su momento la frase causó mucha polémica, porque se sacó de contexto y se asoció a la idea de conformarse con poco. Sin embargo, el mensaje era otro y venía cargado de razón.
"Hemos de centrarnos en si estamos bien en cómputos globales, más que examinar continuamente al otro para ver si cumple con nuestros criterios."
Buffett se refería a romper con las expectativas inalcanzables y la búsqueda de la perfección en nuestra pareja, porque ajustar nuestros estándares a la realidad es clave para conseguir relaciones satisfactorias. Sin embargo, Buffet es inversor y nosotras queríamos que alguien experto nos lo corroborara, así que lo hemos consultado con el psicólogo Buenaventura del Charco, director clínico de Estar Contigo Terapia. Él está de acuerdo: "hemos de centrarnos en si estamos bien en cómputos globales, más que examinar continuamente al otro para ver si cumple con nuestros criterios."
Por supuesto que tener expectativas con respecto a nuestra pareja es fundamental, importante e inevitable. "Siempre ha habido expectativas, son inherentes a la cultura, es lo que llamamos normatividad."
Las nuevas expectativas esenciales

Estas expectativas normativas y tradicionales han virado gracias al movimiento feminista y a su contraposición machista. La igualdad toca todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que hay ciertas expectativas esenciales nuevas a la hora de escoger compañero, como la corresponsabilidad emocional. Y, en el polo opuesto, los estándares a lo tradwife de algunos hombres, que reclaman la vuelta a los valores tradicionales patriarcales.
Esta situación ha llevado a una brecha cultural entre géneros y así lo confirma nuestro experto. "Es una sensación de enfrentamiento identitario con lo que nos cerramos a la parte contraria sin ver sus demandas y razones". Por supuesto, esta es una de las principales razones por las que cada vez hay más mujeres solteras, pero también hombres.
Las expectativas tóxicas

Que sea cariñoso, fiel, educado, tener intereses comunes, que sea comunicativo o comprensivo, etc. Eso son básicos, a los cuales podemos sumar y restar los que sean de vida o muerte para cada uno de nosotros. Pero cuando todo se vuelve muy específico las cosas se complican y eso es exactamente lo que está ocurriendo.
Esas expectativas específicas son las que llamamos tóxicas, porque lo son para nosotras mismas y para nuestras potenciales parejas. Son inalcanzables, inesperadas, generan frustración y nos hacen descartar gente como quien descarta un tomate pasado en la frutería. Sin profundizar y por razones superficiales que nos pueden estar impidiendo conexiones profundas.
Las llamamos red flags muy a la ligera, porque el término se ha edulcorado y ha pasado de usarse para definir a un narcisista o a un controlador a utilizarse para decir que "le gustan más los gatos que los perros y eso es una bandera roja". Cuando nos volvemos tan tajantes que todo nos parece negativo es que las expectativas que tenemos no son realistas. No podemos ir por la vida con una lista de requisitos, como si las personas fueran hechas a medida.
"Vemos al otro como algo de lo que obtener y para satisfacerme, algo que nos da cosas"
Según el experto consultado, esta forma de escoger pareja "nos deshumaniza y nos convierte en mercancía. Vemos al otro como algo de lo que obtener y para satisfacerme". Si percibimos a nuestra pareja como algo que "nos da cosas" (estatus, cuidado, nivel de vida...) y no como alguien con quien crear un vínculo, sentir y compartir el día a día, estamos en el territorio peligroso de las expectativas tóxicas.
Por qué aparecen estas expectativas tóxicas

Estas microexpectativas proceden muchos frentes. En primer lugar, las apps de citas invitan a tomar decisiones rápidas basadas en perfiles breves, lo que nos lleva a ideas tan exacerbadas como "le gusta la escalada, qué red flag y qué pereza" y a caer en generalizaciones. "Es una cultura consumista que lo centra todo en la idealización y la obsesión con el éxito, no hay espacio para los grises", dictamina Buenaventura del Charco.
Otras razones para tener expectativas desmesuradas es la búsqueda de control, de no repetir patrones que nos hicieron daño en el pasado y del miedo que da ser herido. Si bien es esencial priorizar nuestra salud mental y bienestar, el microcontrol sobre quién dejamos entrar en nuestra vida puede sabotear nuestras oportunidades de conexión genuina.
Cómo diferencio entre ambas expectativas para saber si estoy siendo excesiva

Esta pregunta la tiene que responder el psicólogo experto. Él afirma que, en primer lugar, hay que ser crítico y no tragarnos todo lo que nos dice la sociedad o nuestro entorno. Diferenciar entre lo que la sociedad dice que debe tener nuestra pareja y lo que realmente es importante para nosotros. Aquello que nos hace sentir bien, tranquilos y en paz es la expectativa necesaria. Todo lo demás no.
La expectativa es una responsabilidad
El problema no es solo que tengamos expectativas inalcanzables. Es la falta de responsabilidad que tenemos con ellas. Llegamos, las ponemos sobre la mesa y esperamos que el otro las adopte sin rechistar. Sin embargo, "debemos asumir la responsabilidad de nuestra expectativa y entender que es nuestra. No podemos enfadarnos con el otro por no cumplirla, ni tenemos derecho a obligarle a cambiar" afirma el psicólogo.
"Nadie va a cubrir nuestra expectativa al 100%. Ni siquiera nosotros mismos"
Tener expectativas es saludable, pero cuando se vuelven excesivas, pueden convertirse en obstáculos para relaciones auténticas y satisfactorias. Nuestra responsabilidad es comunicar lo que es importante para nosotros, pero comprendiendo que "nadie va a cubrir nuestra expectativa al 100%. Ni siquiera nosotros mismos."
Esta búsqueda de personas que cumplan ideales imposibles está llevando a que cada vez haya más personas solteras. Una situación que, según nuestro experto, "va a seguir agravándose y aumentando la soledad. Y con ello, se elevan las tasas de problemas psicológicos de las sociedades modernas occidentales, ya deterioradas por la inestabilidad laboral y social, la tecnología, la demanda multitask, la falta de sentimiento comunitario o el desarraigo cultural".
Puede, amigas y amigos, que sea hora de cambiar el discurso del "me lo merezco" por el discurso de "aquí me siento emocionalmente seguro".
Fotos | 'Euphora', 'Violet y Finch', 'Machos Alfa', '500 días con ella', 'Blue Is the Warmest Color', 'The Office'.
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