Cada día durante décadas han posado miles de turistas en la icónica casa de 'Sexo en Nueva York'. Su dueña ha dicho "basta"

Las autoridades de la ciudad le han concedido permiso para que pueda obstaculizar su paso con una verja de metal

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Joel Calata

Editor

La icónica fachada del apartamento de Carrie Bradshaw en 'Sexo en Nueva York', ubicada en el número 66 de Perry Street en Manhattan, se ha convertido en un destino turístico de renombre mundial desde hace ya tres décadas: desde el estreno de la serie en 1998, innumerables fanáticos han acudido al lugar para tomarse fotografías en las famosas escaleras de entrada, sin embargo, esta afluencia constante ha generado desafíos significativos para la propietaria del edificio, Barbara Lorber, quien ha decidido tomar medidas para proteger su privacidad y la integridad de su propiedad.

Barbara Lorber, propietaria del edificio desde 1978, ha enfrentado durante décadas la invasión de su espacio privado debido al incesante flujo de turistas. A pesar de la presencia de una cadena y señales de "Prohibido el paso", los visitantes han continuado accediendo a las escaleras para recrear escenas de la serie y subirlas a redes sociales, donde solamente en Instagram, se cuentan con más de 20.000 publicaciones frente a la famosa puerta, lo que ha derivado en problemas como ruido excesivo, vandalismo e incluso daños físicos a la propiedad, incluyendo grafitis y tallado de iniciales en la estructura, por lo que, con el respaldo de las autoridades de Nueva York, la propietaria restringirá el acceso y la vista de dicha entrada.

Ante esta situación insostenible, Lorber solicitó a la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos de la Ciudad de Nueva York el permiso para instalar una verja metálica que impida el acceso no autorizado a las escaleras.

El 14 de enero de 2025, la comisión aprobó por unanimidad la solicitud, reconociendo la necesidad de equilibrar la preservación histórica con la calidad de vida de los residentes.

Como lo declaró la propietaria en una carta que The New York Times replicó en su artículo: "Después de más de 20 años de esperar que la fascinación por mi porche se extinguiera y que los fans encontraran algo más sustancial, para recuperar una calidad de vida razonable, necesitamos instalar una puerta adecuada".

Como el edificio pertenece a un distrito histórico, cualquier actualización de su fachada debe ser aprobada por las autoridades pertinentes, por lo que el diseño final de la verja será desarrollado en colaboración con arquitectos para asegurar que se integre armoniosamente con la estética del edificio, construido en 1866.

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Como parte de las acciones para proteger su propiedad, Lorber no sólo instalará una verja que restringirá el acceso a su propiedad, sino que también, desde hace ya algunos años, la propiedad no puede ser visualizada en Google Maps, demostrando que se toma muy en serio su intimidad y la preservación de la construcción.

La implementación de la verja no solo preservará la integridad del edificio, sino que también servirá como recordatorio de la importancia de equilibrar el entusiasmo de los fanáticos con el respeto por las comunidades locales, una acción que nos recuerda a las que se han adoptado en otros lugares del mundo para alejar a los turistas con acciones como hacer sus calles menos llamativas, o incluso, cobrar la entrada para controlar el acceso a estos sitios.

Fotos de StreetEasy | Instagram | Google Maps

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