Lo de la Macarena de Sevilla no es una restauración: se llama yasificación. Por qué molesta tanto el glow up de la Virgen

El problema no es la restauración, es la yasificación y este fenómeno cultural no ha hecho más que empezar

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María Yuste

Editor Senior

Podríamos decir, simplemente, que han restaurado la Esperanza de La Hermandad de la Macarena y a la gente no le ha gustado, pero se quedaría corto. En 2025, tenemos otra forma más precisa de describirlo porque, en realidad, lo que ha pasado estos días es que los sevillanos han puesto el grito en el cielo tras descubrir que les habían yasificado a su virgen.

Explicado en otros términos pop: una de la las imágenes más famosas de España ha sufrido justo lo opuesto al glow down que tuvo el Ecce Homo de Borja tras su particular restauración, hace ya una década. Por el contrario, el glow up de la Macarena ha sido tal que podría salir uno de esos cirujanos plásticos de TikTok a exponer en un vídeo todos sus supuestos retoques estéticos. No obstante, el tema es sensible para mucha gente así que, a continuación, pasamos a analizarlo con toda la seriedad y el rigor que merece.

Cronología del pestaña gate: Nunca un retoque estético causó tanta polémica como la última restauración de la Virgen de la Esperanza. Todo empezó cuando la Hermandad de la Macarena encargó este mismo mes una “actuación de mantenimiento y conservación” de la imagen. Sin embargo, tras ser intervenida durante cuatro días, el resultado horrorizó a los devotos que criticaron, en especial, sus pestañas "excesivamente" largas y la pérdida de la pátina oscura producida por el efecto natural del tiempo. Ante esta situación, la virgen fue sometida a otras tres intervenciones en menos de 24 horas para corregir los detalles que no habían gustado. Sin embargo, los retoques posteriores siguieron sin convencer a los fieles.

La Esperanza que no pierde la esperanza. Además del aluvión de quejas y memes que automáticamente inundaron internet, se han estado llevando a cabo concentraciones, frente a la Basílica, en las que cientos de personas han exigido que se recupere su apariencia original. La Hermandad ha pedido disculpas, mientras que el mayordomo y el prioste (los dos responsables directo de la virgen) han presentando su dimisión. Lo último es que se ha realizado un cabildo extraordinario de la junta de gobierno en el que se ha decidido volver a intervenir la talla una vez más para "subsanar las alteraciones" y, además, se ha establecido que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico supervise el proceso.

El dolor de un devoto al que su Virgen ya no le mira igual. Aunque, desde fuera, pueda parecer una exageración o que el cambio es casi imperceptible, la polémica restauración toca varios nervios muy sensibles en Sevilla y en el mundo cofrade y religioso andaluz. Para un devoto, la Esperanza de la Macarena no es una simple estatua sino parte central de su fe e incluso identidad. Está cargada de simbolismo.

Para los católicos, las imágenes sagradas no son decoración. El rostro de una talla, y sobre todo el de una dolorosa, transmite y conecta con emociones muy intensas. Por lo tanto, cambiar aunque sea un leve detalle puede alterar por completo la experiencia espiritual de los creyentes. El que la virgen “ya no te mire igual” es una pérdida que causa dolor. Además, gran parte del enfado se debe a que la restauración se ha hecho a escondidas y sin consenso, puesto que la hermandad no informó previamente ni pidió opinión a sus propios hermanos ni a expertos del patrimonio.

@_mnuellll

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No es restauración, es yasificación. A la Virgen le pusieron unas pestañas postizas nuevas y muy evidentes, rompiendo con la estética original barroca, además de que le suavizarle y aclararle el rostro. Todo ello ha hecho que su aspecto gane en "cara de iPhone" y filtro de Instagram, a la vez que pierde expresividad trágica (recordemos que representa a una madre a la que acaban de matarle un hijo). Así que nos atrevemos a decir que la Macarena no ha sido víctima de una mala restauración sino que ha sido sometida a un proceso de yasificación (aunque involuntario).

Este término viene del fenómeno viral de editar fotos de personas, usando a menudo filtros excesivos de belleza, hasta que queden convertidas en versiones hiperglamurizadas y artificiales con labios más carnosos, pestañas kilométricas y piel de porcelana. Es una estética que se empezó usando de forma irónica en memes con personajes históricos o célebres. No obstante, en tiempos de filtros indetectables, niñas que quedan para ir a Sephora, operaciones estéticas completamente normalizadas y una obsesión constante por la búsqueda del "yo" mejorado, podría decirse que la yasificación es un fenómeno cultural que es parte del zeitgeist del momento.

cartel sevilla

El precedente del "cristo gay". No obstante, es en la comunidad religiosa donde parece molestar especialmente que la yasificación llegue hasta su iconografía. El año pasado, también en Sevilla, mucha gente exigió la censura del cartel que anunciaba la Semana Santa de Sevilla 2024 por considerar que presentaba a un cristo gay o sexualizado. Aunque aquella polémica también tenía tintes homófobos, el motivo principal por el que la ilustración del pintor Salustiano García causó tanto revuelo es porque representaba a un Jesús joven y musculoso que, según algunos, iba cubierto con un "taparrabos". En realidad, el pintor simplemente había usado a su hijo como modelo porque quería que Jesús luciera "joven y bello como metáfora de pureza y porque belleza y bondad son la misma cosa", según sus propias palabras. Pero sí, el resultado fue un Jesús yasificado.

Foto de portada | Hermandad de la Macarena

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