El espectacular vestuario de 'El Hilo invisible', la (supuesta) última película de Daniel Day Lewis

El espectacular vestuario de 'El Hilo invisible', la (supuesta) última película de Daniel Day Lewis

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El espectacular vestuario de 'El Hilo invisible', la (supuesta) última película de Daniel Day Lewis

Para los amantes del buen cine y la moda El hilo invisible es una de las películas más esperadas de 2018 y que ha logrado seis nominaciones a los Oscar. La producción, dirigida por Paul Thomas Anderson, está protagonizada por Daniel Day-Lewis, en lo que supone su última película, al menos así lo ha dicho el actor, junto con Lesley Manville y Vicky Krieps. Anderson pinta un luminoso retrato tanto de un artista en un viaje creativo, como de las mujeres que hacen girar su mundo, y todo acompañado de un espectacular vestuario.

La película está ambientada en el glamuroso Londres de los años 50, tras la II Guerra Mundial, donde el célebre modisto Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) y su hermana Cyril (Lesley Manville) son el centro de todas las miradas en el mundo de la moda británico: visten a la realeza, estrellas de cine, herederas, miembros de la alta sociedad, debutantes y damas con el inconfundible estilo de la Casa Woodcock.

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El Sr. Woodcock no es un hombre fácil, tratar con él casi se equipara a enfrentarse a los ejércitos fascistas. Tiene un enorme talento, es el mejor, pero también es quisquilloso, egocéntrico y difícil. En la firma, que la lleva con su hermana, incluso hay reglas para las reglas. Las modelos y las clientas van y vienen en su vida, ofreciéndole inspiración y compañía momentánea, mientras Cyril se ocupa de que La Casa funcione sin impedimentos. En realidad, la empresa funciona gracias a las mujeres: la clientela, una rica inversora llamada Bárbara Rose (Harriet Sansom Harris) y a su hermana, la inteligente directora.

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Por la vida del diseñador desfilan todo tipo de mujeres, brindándole inspiración y compañía, hasta que se cruza en su camino Alma (Vicky Krieps), que pronto se convierte en un pilar en su día a día como musa y amante. La vida de Woodcock, hasta entonces cuidadosamente controlada y planificada como todos sus patrones de costura, se ve sacudida por el amor. En El Hilo invisible vemos también el esfuerzo por captar y retener el amor con un peligroso telón de fondo llamado The House of Woodcock.

Daniel Day-Lewis

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Daniel Day-Lewis interpreta al diseñador Reynolds Woodcock. El actor, para prepararse el papel, leyó todo lo que encontraba sobre los grandes modistos y se documentó haciendo frecuentes visitas el Centro del Traje Anna Wintour del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, donde estudió de primera mano los trajes diseñados por grandes modistos, además de aprender a coser con Marc Happel, el director de vestuario del Ballet de la Ciudad de Nueva York.

"Le enseñaron absolutamente todo, empezando con lo más básico, antes de pasar al corte, a las medidas y a las pruebas. Al final demostró lo que había aprendido copiando a la perfección un traje de Balenciaga," nos explica Anderson. Un modista controlador y obsesionado con el estilo, como lo estuvieron Beau Brummell, Cristóbal Balenciaga o como le pasaba al personaje del viudo Maxim de Winter en Rebecca (1940).

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Daniel Day-Lewis dice: "Nací en 1957; crecí en esa época, hay una conexión. El desarrollo artístico en Inglaterra fue muy específico, seguía habiendo restricciones en muchas áreas de la sociedad. Curiosamente, algunos diseñadores de moda florecieron a contracorriente de lo que estaba pasando a otros niveles. Pero también creo que no era tarea fácil ir contra los cánones de la sociedad de entonces".

El florecimiento de la Alta Costura y sus preciosos talleres

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A principios de los años cincuenta del siglo pasado, Londres era el centro de la industria de la moda británica. La ciudad seguía marcada por las huellas de la destrucción de la II Guerra Mundial. Aún se notaba el impacto del racionamiento de ropa, a pesar de haber finalizado en 1949. Las telas de lujo, base de la alta costura, podían exportarse, pero había pocas disponibles para ser usadas en Gran Bretaña, y la falta de mano de obra tampoco ayudaba.

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Sin embargo, la capital albergaba un pequeño grupo de modistos con base en el lujoso barrio de Mayfair casi todos instalados en casas señoriales del siglo XVIII. Estas residencias habían sido compradas por sastres y modistas que vestían a la corte durante el siglo XIX y evolucionaron de forma natural en las casas de alta costura del siglo XX. De hecho, casi todas conservaban las decoraciones originales, por lo que los suelos de parqué, las grandes chimeneas, los mármoles, los grandes ventanales, las arañas y los techos altos se convirtieron en la estética habitual del comercio de la moda londinense.

Los decorados son cruciales para que un actor pueda caracterizar a su personaje. El diseñador de producción y su equipo decidieron utilizar decorados existentes siempre que fuera posible en vez de recrearlos en el plató de un estudio. Entre estos decorados destaca la elegante casa que el equipo de Tildesley descubrió en Fitzroy Square, no lejos del lujoso barrio de Mayfair, donde vive y trabaja Reynolds Woodcock.

Las casas de moda de Londres se basaban en el modelo de París, donde el diseño y la manufactura tenían lugar bajo el mismo techo, aunque a una escala mucho menor. Los clientes entraban en los estrechos edificios por el piso bajo, y los salones servían de recepción, sala de espera e incluso de despacho del diseñador. Una escalera, situada habitualmente en el centro de la casa, llevaba al primer piso, con los salones de exposición y los probadores. Los talleres, divididos entre sastres y modistas, estaban en la parte trasera y en el último piso.

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El tamaño de las casas de moda londinenses variaba mucho, pero eran bastante más pequeñas que las casas parisinas. En 1952, las dos casas de moda más famosas de Londres, Norman Hartnell y Hardy Amies, que diseñaban para la Reina, tenían 400 y 200 empleados respectivamente, pero una casa más pequeña, como la de Michael Sherard, funcionaba con un equipo de 40 personas. En comparación, las grandes casas de París de la misma época podían tener entre 500 y 850 empleados, y diseñaban varias colecciones cada año.

La casa de Londres de la película es elegante, discreta, llena de flores, un lugar neutro con mucha luz natural. Para dar vida a House of Woodcock se tuvieron en cuenta muchos aspectos visuales, desde el papel de las paredes a la iluminación, incluidas las arañas, los espejos, los parqués de madera de cerezo y las alfombras inglesas.

La Alta Costura solo se hacía con las mejores telas y adornos cosidos a mano por las mejores modistas y hechos a medida para cada clienta. Se realizaban tres pruebas de media y se tardaba unas cuatro semanas en entregar el modelo. Las prendas realizada por las casas dependía totalmente de las clientas y de su vida social. Las prendas habituales incluían el vestido de puesta de largo, otros vestidos de baile, ropa deportiva y trajes de chaqueta para la ciudad y el campo. Las bodas eran otras fuentes de encargos para los modistos. Todo esto se refleja en la película.

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El look de los años cincuenta seguía los dictados de París y estaba dominado por el New Look de Christian Dior, la cintura de avispa. Desde 1947, este estilo recordaba bastante a la típica silueta miriñaque con talles encorsetados y faldas amplias de cien años antes.

Los diseños estilo New Look eran creaciones sumamente elaboradas a partir de costosas sedas soportadas por varias capas de tul. Los trajes de noches solían ir acompañados de zapatos y guantes largos a juego. Los trajes de chaqueta perdieron las hombreras a favor de un diseño más natural y entallado, y los accesorios siempre iban a juego con el traje, y los sombreros se remataban con impresionantes plumas.

El vestuario

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El vestuario es un personaje más de la película. Analizando cómo era el estilo de la época, un factor crucial para la producción de la película era la creación de los diseños, que debían parecer auténticos y alcanzar el nivel de sofisticación de los modistos de Londres del momento.

El director no quería alquilar trajes de época en empresas de vestuario ni pedirlos prestados a museos. Quería creaciones desde cero. Mark Bridges (The Artist) es el responsable de vestuario. Paul Thomas Anderson le pidió que contara la historia a través del vestuario, sus diseños debían reflejar el estado psicológico de los personajes.

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El veterano diseñador, que ha trabajado en todas las películas del director desde Hard Eight, Sidney (1996), no se inspiró en un único modisto. Se documentó de forma mucho más amplia, abarcando toda la época, para crear cincuenta trajes únicos, entre los que están los nueve vestidos originales que aparecen en la secuencia del desfile de primavera.

Mark empezó estudiando ejemplares de Vogue y de Harper's Bazaar de la época antes de pasar a las imágenes de archivo en YouTube. Además de eso, se reunió en varias ocasiones con Paul Thomas Anderson y Daniel Day-Lewis para determinar el estilo exacto de House of Woodcock. "Tardamos un día en decidir qué colores y texturas usaría la firma. Al final nos inclinamos por tonos oscuros e intensos con mucho encaje, y con mezclas de satén y terciopelo en algunos modelos."

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El diseñador empezó a buscar prendas en Los Ángeles, París. Roma y Londres. Sin embargo, gran parte de lo que encontró, aunque glamuroso y de la época deseada, estaba descolorido y usado: "la seda no dura eternamente, incluso si los trajes se guardan con cuidado. El tiempo pasa y las polillas existen. La mayoría de los trajes que encontramos nos sirvieron para inspirarnos y para entender las técnicas usadas entonces. Cada vez que duplicamos un modelo, intentamos encontrar el mismo tipo de tela."

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Mark Bridges y su equipo también tuvieron acceso a los archivos de la moda del Museo Victoria y Alberto, donde examinaron de cerca trajes icónicos diseñador por Cristóbal Balenciaga y Hardy Amies. Estos sirvieron de inspiración para trajes clave en la película, y Vicky Krieps lució varios de ellos: "fue de gran utilidad poder estudiar el archivo de moda porque nos permitió ver el estilo del corte y la construcción del traje. Es asombroso descubrir la sencillez del concepto de muchos trajes, incluso de los encajes que tanto gustaban a Balenciaga, elaborados con increíbles detalles".

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El diseñador de vestuario también aprovechó la inmensa red de artesanos de Londres para vestir a personajes principales y secundarios. Muchos llevan décadas en el negocio y han contado o cuentan con miembros de la aristocracia y de la familia real entre sus clientes. Supervisó las pruebas de los trajes y trajes de Daniel Day-Lewis hechos por la casa Anderson & Sheppard, de Savile Row, establecida en 1906 y que tuvo al Duque de Windsor como cliente. Los zapatos del actor fueron hechos a medida por George Cleverley, que abrió su tienda en 1958. La sombrerera Sophie Lamb, creadora de máscaras y joyas de fantasía para la Royal Opera House, realizó los elegantes sombreros de Day-Lewis en varias escenas clave, colaborando con un especialista en tintes para conseguir la tonalidad exacta.

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El vestuario de Lesley Manville (Cyril) es oscuro para resaltar el tono de piel. La actriz luce una serie de trajes de chaqueta y vestidos obra del sastre Thomas Von Nordheim, que aprendió el oficio en House of Lachasse, la última gran casa de Alta Costura de Londres.

En esta película, el vestuario refleja los cambios por los que pasan los personajes. Por ejemplo, la transformación de Alma (Vicky Krieps), de camarera en un café a musa y modelo de Reynolds Woodcock. "Empecé vistiéndola de forma sencilla, incluso con ropa heredada de su madre, de segunda mano y a menudo remendada. A medida que se hace con Casa Woodcock, el diseño y las texturas de su ropa cambian, pero Alma sigue siendo la misma", explica Mark Bridges.

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Vicky Krieps luce vestidos que había encontrado en museos y en empresas de vestuario. Ella misma nos cuenta su fascinante experiencia: "nunca me había imaginado desfilando ni haciendo el papel de una mujer que pudiera permitirse llevar ropa tan lujosa y refinada, pero lo más alucinante es que parecía hecha a medida".

Tráiler

Ya sé que tenés muchas ganas de verla, así que de momento os dejo el tráiler hasta su estreno el próximo 2 de febrero.

La película ha logrado seis nominaciones a los Oscar: mejor película, mejor dirección (Paul Thomas Anderson), mejor actor (Daniel Day Lewis), mejor actriz de reparto (Lesley Manville) mejor banda sonora original y mejor diseño de vestuario.

Fotos | Universal

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