Aunque pasar un día al sol en la playa o la piscina es sinónimo de felicidad absoluta para muchas personas, también puede convertirse en un momento difícil para otras. Porque el verano es el tiempo de mostrar nuestro cuerpo en todo su esplendor y, en ocasiones, hace falta recurrir a todo nuestro espíritu body positive para que no nos afecten las miradas ajenas o los complejos propios. Por eso, os proponemos un serie de mantras que podremos repetirnos en la playa para que la experiencia de un día al sol sea maravillosa para nosotras y para quienes nos rodean.
No alabar a otras mujeres solo por haber adelgazado
«Estás fenomenal, has adelgazado un montón». Seguro que es una frase que hemos escuchado cientos de veces, mucho más en verano, cuando la playa deja el cuerpo más a la vista. ¿Por qué seguimos considerando una buena noticia una gran pérdida de peso, especialmente en personas que ya no estaban lejos de su peso ideal? No sabemos qué ha provocado que otra persona adelgace (¡anda que no hay malas noticias que pueden provocar una pérdida de peso!) y no debemos olvidar que el cuerpo es solo un continente de nosotros mismos, no el contenido. Alabemos a otras personas por logros más estimulantes que un cambio físico.
Olvidar las dietas extremas y poner la salud por encima de la estética
Si nos sobran unos cuantos kilos y, sobre todo, si nuestro peso se ha convertido en un problema de salud, es buena idea querer adelgazar. Pero, ¡ojo!, que sea por salud y no por estética suele ser la mejor motivación. Y, sin ninguna duda, huyendo de dietas extremas cuya única finalidad es lucir mejor en bikini. Una combinación de dieta sana (mejor si es prescrita por un nutricionista) y ejercicio físico suele ser una combinación ganadora.
Recordar qué es lo que más nos gusta de nuestro cuerpo y autoalabarnos un buen rato
Seguro que algo hay. Puede que las estrías nos acomplejen, pero estemos muy orgullosas de esos brazos tonificados que nos ha dejado la última temporada de cross fit. O que tengamos una cintura algo más redondeada de lo que nos gustaría, pero nos alucinen nuestras piernas doradas al sol. Recordar qué es lo que más nos gusta de nuestro cuerpo y dedicarle un ratito de pensamientos y autoalabanzas nos ayudará a afrontar el día con una sonrisa. Prueba a repetirlo en voz alta (aunque parezcas una loca).
No perder de vista lo que más nos gusta del verano
¿De verdad nos hemos pasado meses y meses esperando que llegue el verano para pasárnoslo preocupadas por cómo nos queda el bañador nuevo? Seguramente no. Lo hemos hecho por la sensación del sol sobre la piel, por lo refrescante de un baño en el mar cuando el calor aprieta o por las noches que parecen no acabar nunca aunque sean las más cortas del año. Disfruta el verano. Siéntelo, vívelo. No dejes que nadie te lo amargue, ni siquiera tú misma. Y, si lo que más te apetece en el mundo es un helado de chocolate, cómetelo sin culpabilidad. A veces, es la solución a todos los males.
Las tendencias son solo eso... tendencias
Nos gusta la moda y nos gustan las tendencias, de eso no tiene duda nadie. Pero nos gusta mucho más tener nuestro propio estilo. Si no te sientes cómoda con las últimas tendencias, no las sigas. Si te dicen que hay prendas que solo se deben usar cuando se tiene un determinado tipo de cuerpo, haz oídos sordos. Al final, la única persona a la que tiene que gustarle la imagen que nos devuelve el espejo somos nosotras mismas.
Stop amigos (y medios de comunicación) tóxicos
Por desgracia, muchos de los complejos propios proceden de comentarios ajenos. De ese amigo un poco gordófobo que siempre te recuerda que has ganado peso mientras echa una miradita juzgadora a tu hamburguesa. De esos desconocidos malintencionados que disfrutan del body shaming. De medios de comunicación que nos venden una imagen muy alejada de la realidad, llevando el retoque fotográfico al extremo o recomendándonos dietas de esas de «adelgaza ocho kilos en media hora». De redes sociales en las que todo el mundo parece ser perfecto. Quizá haya llegado la hora de hacer limpieza, en la vida real y en las redes, y llenarnos de contenidos body positive.
Las comparaciones son odiosas
Que las comparaciones son odiosas es algo que dice hasta la sabiduría popular. Pero es que, además, son una pérdida de tiempo. Nunca sabremos cuántos conceptos nos estamos dejando en el tintero si tomamos la (mala) decisión de compararnos con otras personas. Porque quizá tengan una talla de pantalón que querríamos para nosotras, pero puede que estén llenas de carencias que nosotras tenemos cubiertas más que de sobra. Lo que se ve no es todo lo que hay, y el peso y la talla no son más que números; no nos definen. Centrarse en otras cosas además del aspecto físico es una forma estupenda de ser felices. La belleza no lo es todo (de hecho, no es casi nada, comparado con otras cualidades).
Da a los demás lo que quieres para ti
El espíritu body positive no acaba en nosotras mismas, sino que debe ser algo que compartamos con los demás. Si no queremos sentirnos juzgadas, no critiquemos a los demás por su físico. Si echamos de menos palabras bonitas por parte de nuestros conocidos, usémoslas nosotras también con ellos. Prueba a recordarle a una amiga lo guapa que está. O incluso a una desconocida (aun a riesgo de volver a parecer una loca).
El deporte tiene millones de ventajas (y puede que adelgazar sea la menos importante)
No hay duda de que el ejercicio físico está lleno de ventajas. Tantas, que sería imposible enumerarlas todas sin que se nos olvide alguna. Dejemos de verlo como un medio para adelgazar o para estar más guapas. Lo importante es nuestra salud y, sobre todo, disfrutar del proceso. Aprovecha el verano para moverte al aire libre. Pasea, corre, atrévete con el surf, disfruta del atardecer desde la bici o convence a tus amigos para jugar un partido del deporte que mejor se os dé (o del que peor, ¡qué más da!). Probablemente los resultados lleguen por sí solos sin que te hayas dado cuenta de que los buscabas. Y habrás llenado tu verano de pensamiento positivo y de esa sensación de plenitud que solo el deporte nos da.
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