Natxo Sobrado
El quirófano se cobra una nueva víctima para sus desarreglos, Uma Thurman se hace un Renee Zellweger y se transforma en otra persona. La eterna juventud de plástico le llega a unos 44 años que nos dejan un rostro ausente de personalidad y de la belleza que tenía. El bisturí del horror no entró a retocar el estilo de una Uma Thurman que sí lo hubiese precisado en algunas ocasiones durante estos años de alfombras rojas y de vestidos de fiesta. Y eso que con el tiempo, mejoró en gusto, aunque parece que este solo se quedó en el vestir.
Fotos | GTres
El bisturí no cambió el estilo de Uma Thurman (aunque este sí que necesita una nueva vida)
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9/20 Las largas piernas
Con 1,80 metros de alto Uma Thurman podría presumir de piernas todo lo que quisiera y más. Su paso por Cannes en 2011 fue una buena ocasión para presumir de abertura en el vestido blanco con un Versace que al final le jugaría una mala pasada por tanta provocación.
12/20 Un porte privilegiado
Quizá fallase en la elección de los vestidos pero cuando acertaba Uma Thurman estaba radiante. El mismo vestido y patrón de fiesta, de nuevo con un gusto clásico y formal, con apenas unos cambios transmitía sensaciones contrarias. De terciopelo azul marino y con cola de Atelier Versace.
13/20 Punk es poco
Uma Thurman es una adelantada a su tiempo. Un año antes de que el MET le dedicase una exposición, y su correspondiente fiesta, a Charles James ella ya se vistió de sirena y presumió de larga cola en sus queridos vestidos. ¿Que lo hizo mal? Era la celebración del punk, y pocas cosas más punk que ir de Zac Posen a una fiesta con ese dress code.
15/20 Enamorada del brilli brilli
Lo de tropezarse con la misma piedra en Uma Thurman se convirtió en una tradición. El brilli brilli es su talón de Aquiles. Versace ha tenido bastante responsabilidad de esto con sus vestidos de princesa para Cannes con los que la actriz no daba una.
18/20 Una Alta Costura amarilla
Ni pintando de amarillo el patrón la historia cambiaba. Siempre había algún pequeño detalle que no acababa de convencer en el vestuario de Uma Thurman cuando la etiqueta ponía Atelier Versace. Cuando estaba cerca de acertar tenía un detalle cruzado para volver a la casilla de inicio.
20/20 El bisturí no lo arregla
Al final el estilo de Uma Thurman necesita más que un bisturí. Un cambio de estilista es básico. Despedir a Anna Bingemann, despedir al cirujano y una vuelta a los looks más sencillos. Es curioso que cuando decide destrozarse la cara nos deja uno de sus mejores estilismos de negro. ¿A mala cara buenos looks?
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