Isabel Basaldúa es el alma creativa y directora de la firma Basaldúa. Lleva toda su vida en el mundo de la moda nupcial - es la tercera generación de una firma con cuarenta años de historia -, y creció entre telas, tules, bordados y el trabajo de esas maestras artesanas del hilo y la aguja en el taller de su madre Chus Basaldúa.
Después de estudiar en París y Londres, empezó a colaborar en el taller familiar como modelo ocasional, probándose las toiles de los modelos de trajes de novia que diseñaba su madre, para que pudiesen apreciarlos en toda su extensión la exclusiva clientela que solía acudir al atelier, para vestir a sus hijas en uno de los días más importantes de sus vidas.
Esta experiencia le ha permitido hacer gala de una gran asertividad, captando de inmediato lo que mejor sienta a la morfología de sus novias, para proponerles el corte, los tejidos y los adornos más adecuados, para cada ocasión.
En este sentido, la propia Isabel nos comenta:
“El salón de Basaldúa es el mejor banco de pruebas que pueda existir. El diseño no se improvisa. Para diseñar bien hace falta talento y experiencia. La mejor escuela es trabajo, trabajo y trabajo; y diseñar siempre pensando en la persona. El talento se desarrolla trabajando”.
Ese flair de Isabel a la hora de captar y de interpretar de forma exquisita los deseos de cada una de sus novias es todo un reto, ya que esta joven diseñadora es capaz de conseguir crearles el traje que ellas intuyen, pero que todavía no han visto nunca.
“Me encanta porque es una experiencia preciosa. Vas probándoles toiles y, de repente, hay una que hace que les cambie la cara. Cuando eso ocurre, se produce algo mágico. Cuando a una novia se le ilumina la cara cuando le estoy probando diferentes opciones, ese es el mejor indicador de que vamos por buen camino”.
La particular formación y la gran pasión de Isabel por las artes plásticas, en especial la escultura, hacen que Isabel Basaldúa tenga un estilo y una forma de diseñar muy especiales. Se declara admiradora de Rodin de quien tomó la idea de apoyarse en los volúmenes, el color y los materiales.
Isabel es como Coco Chanel, prefiere drapear una tela y elaborar una toile directamente sobre el cuerpo de una modelo a realizar bocetos. Verla trabajar es participar en directo de una experiencia única. La esencia misma de la Haute Couture, en la que cada creación es única, y en la que la atención por los detalles es la que marca la diferencia.
El valor añadido de Isabel es que su trabajo está marcado por el estudio y la recuperación en clave moderna de la tradición nupcial, con el fin de establecer un vínculo entre pasado y futuro. Para Isabel, cada traje contiene una historia, y el vínculo que se crea entre Basaldúa y la novia es indisoluble. Una relación que perdura en el tiempo, y una historia que permanecerá para siempre grabada en la memoria.
En el año 2011, Isabel tomó definitivamente las riendas de la firma, y empezó un desarrollo que, de momento, ha dado vida a las distintas líneas que componen hoy el universo de la marca: Basaldúa Alta Costura, Basaldúa One, Basaldúa First, y Basaldúa One&only.
Todos los modelos de Basaldúa se personalizan sobre cada novia, pudiendo elegir entre los trajes exclusivos de la Colección One o los de Haute Couture. Todos los trajes se confeccionan uno a uno, bajo encargo, y el diseño se estudia y se discute al milímetro en el taller porque la misión de la firma consiste en favorecer al máximo a la novia, en cualquier circunstancia.
El modelo se irá ajustando para que vaya tomando forma a lo largo de las pruebas que sean necesarias. En cada prueba se construye no sólo el traje, sino una historia maravillosa llena de recuerdos que se van sumando a lo largo de las pruebas como la elección del tejido, del tono, el tocado, el velo, los bordados, encajes y accesorios, el peinado, el maquillaje, hasta… ¡el ensayo final!
Frente a un mundo que tiende a la uniformidad, Basaldúa apuesta por la autenticidad, por el valor de un diseño fundamentado en la técnica, por el respeto a la artesanía y a la técnica sin artificios y por saber plasmar, como ha hecho siempre, su sello inconfundible en trajes llenos de personalidad, únicos y atemporales.
Antes os decíamos que las novias pueden optar entre Haute Couture y Basaldúa One, la primera colección diseñada por Isabel Basaldúa compuesta por 30 modelos exclusivos, diseñados para realzar la belleza de cada mujer de manera personalizada, pues cada uno de los modelos que conforman esta colección se adapta a la medida de cada novia.
Son trajes realizados totalmente a mano en tules y gasas, encajes dorados, crêpes de seda natural, mikados de seda, etc. donde no se imponen los estilos sino que cada estilo se crea para la mujer que lo lleva. Ideales para esas novias que no saben hacerse una idea de cómo les podría quedar el vestido partiendo sólo de una toile, y prefieren verlo ya confeccionado, e ir personalizándolo conforme a su personalidad y al estilo de ceremonia por el que hayan optado.
En este sentido, la imaginación no tiene límites, y todas las ideas se estudian en profundidad en el taller de Basaldúa para adaptarlas a cada novia, gracias al talento y a la inigualable experiencia de la casa.
Para hacer más fácil la búsqueda del accesorio perfecto, el universo Basaldúa se ha ampliado. En su espacio One&only encontraremos complementos para la novia como velos, mantillas, tocados, peinetas, guantes, abanicos, pero también tocados y sombreros para la madrina, las amigas y el resto de invitadas. Una espectacular variedad de diseños donde la única dificultad reside, como dirían nuestros vecinos los italianos, en el imbarazzo della scelta.
Libros de firmas, álbumes de fotos, regalos de pedida, corbatas personalizadas, etc. Todo un universo de materiales, desde el papel hasta la plata, con preciosos diseños que se pueden personalizar por encargo. Además de una innumerable selección de pequeños obsequios para los invitados, pequeños detalles que marcan las grandes diferencias, como galletas conmemorativas que endulzarán los recuerdos de todos los invitados.
La historia entre Basaldúa y las novias comenzó hace tres generaciones, y se ha consolidado en forma de una firma de prestigio, exclusiva, y llena de magia y complicidad, que empezó vistiendo a las mujeres para el día de su boda, hasta convertirse en el nombre de referencia a la hora de organizar una gran celebración desde el buenos días hasta el vaya Vd. con Dios. Un nuevo concepto destinado a reinterpretar, gracias a la genial capacidad creativa de Isabel Basaldúa, el arte de organizar una gran boda.
Porque no hay dos mujeres iguales, Basaldúa es siempre diferente, y su equipo capitaneado por Isabel estudiará con vosotras el vestido que más os favorezca. Si estáis pensando en casaros, os invito a pasaros por este espacio. Saldréis de allí como en una nube. ¡Prometido! ¡Ah, y no os olvidéis de echar una ojeada al árbol de los deseos de las novias!
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