El día en que el mundo de la moda le perdió el miedo a Vogue

El día en que el mundo de la moda le perdió el miedo a Vogue

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El día en que el mundo de la moda le perdió el miedo a Vogue

Una review en el portal Vogue.com de la Milan Fashion Week, esta en concreto, ha desencadenado una guerra sin precedentes en el mundo de la moda. Cuatro de las redactoras de la edición onlie hacían un resumen de la Semana de la Moda en Milán y se centraban en el paradigma del mundo blogger. Los desfiles de los diseñadores ocupaban un segundo lugar haciendo que ellas, las bloggers, fueran las protagonistas -una vez más-.

Pero, ¿qué ha pasado para que las editoras del Santo Grial hayan declarado la guerra a las bloggers/influencers? Y lo que más nos ha sorprendido: ¿qué ha pasado para que las bloggers e influencers no se amilanen y armen un frente común con quien hasta ahora manejaba la batuta de quién estaba dentro y fuera de la moda?

Toda la polémica que se ha montado -las respuestas vs. los ataques- nos hacen preguntarnos si estamos ante el final de un mandato donde todo el mundo respetaba la firma Vogue como tal e, incluso, sentía miedo hacia ella. ¿Le han plantado cara las bloggers al imperio de Anna Wintour?

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El mundo de la moda solía ser hostil, cerrado y poco amigable, pero con los años ha ido abriendo sus puertas y ha dejado entrar (en su elitista y privado grupo) a varias -muchas- bloggers, influencers y demás fauna que habitan en él. Renovarse o morir, he aquí la cuestión y, dada las demandas del público en general, los diseñadores dieron su brazo a torcer y aceptaron a nuevos miembros en sus front rows.

Verse y dejarse ver es (y seguirá siendo durante años) la filosofía. Con el boom del mundo blogger las semanas de la moda se convirtieron en un circo donde el espectáculo dejaba de ser el desfile en sí y la pasarela se trasladaba a las calles con su llamativo street style. El "postureo" primaba ante todo y el querer aparentar ser alguien era una constante.

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Pero, como todo, el tiempo fue poniendo a cada una en su lugar y las propias bloggers se reinventaron convirtiéndose en personas influyentes, empresarias y expertas en el fashion business. Pero el artículo publicado esta semana en Vogue.com acusando a esta nueva hornada de profesionales independientes ha abierto una brecha gigantesca entre voguettes y bloggers.

El artículo que abrió la caja de Pandora

Parecía una crónica de pasarelas pero para sorpresa de todos el artículo de Vogue.com de esta semana se convirtió en una feroz crítica al mundo blogger, provocando una convulsión en el mundo de la moda.

No era una opinión sin más, tampoco una crítica de pasada. En el artículo podemos leer frases como estas: "es patético como estas chicas se pasean a la desesperada arriba y abajo en el exterior (de los desfiles), parando el tráfico -incluso con el riesgo de provocar accidentes- con la única intención de ser fotografiadas"; "Buscaos un trabajo de verdad"; "¡no os olvidéis del debate el lunes!" (haciendo referencia a las votaciones de USA); o tildar de patéticos los cambios de ropa de las bloggers entre desfile y desfile son algunas de las bombas que soltaron esta semana.

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La sensación, en resumen, es que trataban de desacreditar el trabajo de todas las bloggers que cada año pisan las fashion weeks. Una sorpresa para el mundo de la moda, y para el mundo en general, pues no olvidemos que muchas de estas bloggers e influencers se han encumbrado gracias al apoyo que han recibido de Vogue precisamente.

Aunque también tenemos que recalcar que estamos hablando todo el tiempo de unas declaraciones hechas en la web, un negocio paralelo a la revista de papel capitaneada por Anna Wintour. Aún así no nos deja de llamar la atención lo que ocurrió después.

Plantándole cara a Vogue

Como era de esperar, las reacciones no tardaron, pero no por ello fueron sorprendentes. Nos da la impresión de que ya no existe el respeto que reinaba antes, y las nuevas figuras del mundo de la moda le plantan cara a quien se meta con ellas. Sí, incluso a Vogue.

No les importa qué publicación o institución sea si consideran que la crítica es injusta o feroz. Tomemos como ejemplo a Caroline Vreeland -bisnietísima de Diana Vreeland y una de las street stylers más fotografiadas- y a Shea Marie (su BFF), que hablaron sin tapujos ni pelos en la lengua. Lo hicieron a través de Instagram exponiendo los hechos y con educación:

 

[Mini Prefacio: Estaba esperando para postear esta foto como mi propio espíritu cálido de "Ciao, Milano!", pero ahora parece aún más a propósito ...] Estimado @voguemagazine, ya que tienen un lugar especial e importante en mi corazón, ¿os puedo hacer una pregunta? Si ciertas personas de su equipo sienten tanto odio a bloggers e influencers, tengo curiosidad de saber por qué se las pone en sus portadas internacionales para aumentar las ventas. No soy una blogger pero encuentro sus últimas declaraciones pasadas de moda y simplemente groseras. La mayoría de las bloggers que conozco están trabajando duro y son jóvenes empresarias. Me parece vergonzoso que una institución como Vogue quiera degradar y menospreciar a estas jóvenes que están construyendo sus propios caminos, sobre todo porque en su mayoría son mujeres jóvenes, las califica de "patéticas" y hasta las compara con las strippers. Esto claramente no es la voz de Vogue que mi bisabuela una vez representó. Una de las editoras escribe que envidia a la mujer italiana que disfruta de la vida... Tal vez debería dejar de quejarse y de preocuparse por lo que otras personas hacen, eso ayudaría a terminar con esos celos. ¡Vive y deja vivir! Creo que todas las mujeres chic, italianas o de cualquier parte, estarían de acuerdo. Xoxo, la chica que llevaba una red de pescar por todo el cuerpo a las 9 am.

 

¡Por favor lee! Estimadas editoras de Vogue.com, la única cosa patética aquí es el celoso, malicioso e hipócrita artículo que acabáis de publicar. Sois exactamente el tipo de gente que ha dado al mundo de la moda una reputación de mundo frío, inhóspito y despiadado que ha tenido en el pasado. Afortunadamente esos tiempos están cambiando. Lo siento si no podéis llegar a aceptar que lo que una figura pública lleva en la calle es, sin lugar a dudas, más influyente que vuestra columna sobre la fashion week. El mundo de la moda no solo lo controláis vosotras. Incluso criticáis a las marcas, ¿por qué? Por haber descubierto lo obvio: (¡noticia de última hora!) lo que la gente elige comprar y llevar se inspira en la gente que ellos admiran -las figuras públicas (influencers, actores/actrices, músicos, bloggers, modelos)-. Respeto vuestro profundo y duro trabajo que hacéis por la industria. Lo admiro. Es por eso que me siento desconcertada en las palabras sin clase que habéis elegido. Pensaba que una institución como Vogue respetaría a los jóvenes empresarios en lugar de menospreciarlos. Es irónico cómo hacéis comentarios degradantes acerca de las influencers y luego las ponéis en vuestras portadas internacionales para aumentar las ventas. (...) En cuánto a lo de "buscar una verdadera carrera", no estoy segura exactamente de a quiénes os referíis; seguramente no a alguien como yo. He construido y diseñado mi propia línea de éxito, soy consultora de estilo y creativa para un sin número de marcas, y estoy invirtiendo en otras numerosas empresas de éxito. Crecí en una pequeña ciudad y vine de la nada: diría que es bastante impresionante y admirable lo que he hecho. Me enorgullezco de dar esperanza a las mujeres jóvenes de todo el mundo para que puedan crear algo de la nada.

Pero en definitiva se trató de un zas en toda la boca para la publicación online.

Vogue.com nunca nombró a nadie, no se hicieron alusiones directas y puede que las críticas fueran dirigidas a un submundo de bloggers y no a las verdaderas profesionales que llevan ya tiempo demostrando su know-how y el merecerse ocupar las primeras filas de los front rows. Pero precisamente al no hacer distinciones, al nombrar al colectivo en general, salieron a la palestra todo tipo de personalidades, algunas como Susie Bubble o Bryan Boy, lo que hizo que la pelota se hiciera más grande.

Precisamente esa falta de alusiones provocó que algunas bloggers que ni siquiera habían estado en la Milán Fashion Week aprovecharan el momento para recoger el guante y entrar en el cruce de acusaciones, lo que nos hace plantearnos si todo este enfrentamiento no viene de antes y si había algo que escocía desde hacía tiempo en lo que parecía una plácida relación profesional.

 

La gente relaciona directamente a Vogue (revista de papel) de las acusaciones, algo que posiblemente no le esté gustando para nada a su editora jefe, Anna Wintour.

 

La gran perjudicada de todo este enfrentamiento es sin duda la publicación dirigida por Anna Wintour, el referente de la moda de todo el planeta desde hace años. ¿Tendrá algo que ver el artículo de opinión de Vogue.com con lo que piensan de verdad en la revista homónima? ¿O se trata simplemente de un verso suelto?

Editoras o... ¿bloggers?

Sin duda se trata de un tema realmente polémico y difícil decir quién tiene la razón y quién no. Criticar a todas las bloggers que se visten con looks prestados y promocionados por las propias marcas es un peligro, porque se puede girar en tu contra. ¿O no hacen lo mismo las revistas en sus editoriales? La única diferencia es que las bloggers ponen la cara, mientras que las editoras de la revista cubren ese patrocinio con bonitas fotografías de editorial.

 

Han pasado algo más de 24h desde que las bloggers empezaran a reaccionar y cada vez son más las que muestran su propio punto de vista. Y es que en otros países la propia cabecera ha sacado en portada a decenas de bloggers: desde Chiara Ferragni -sin ir más lejos protagoniza la nueva portada de Vogue México- a Nicole Warne.

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Ig Tre

](https://www.instagram.com/accounts/login/?next=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Ftrendencias%2F)

Fotos | Peace Love Shea, Song of Style, The blonde salad, We wore what
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