El teckel, también conocido como dachshund o perro salchicha, es una raza de perros originaria de Alemania que se caracteriza por tener una fisionomía un tanto peculiar, muy alargada, de la que precisamente viene su coloquial nombre.
Este alargamiento es debido a una mutación genética conocida como bassetismo mientras que sus patas son cortas con respecto al cuerpo, convirtiéndolo en un ejemplar único del que encontramos tres tamaños: estándar, miniatura y kaninchen, y entre los que hay distinciones también respecto de su tipo de pelo que puede ser duro, corto y largo.
Por ello, hoy queremos daros cinco consejos que os dará cualquier experto en esta raza de perros pequeños para que podáis cuidarlos como merecen.
Cuidado con su columna
Dada la especial morfología que los teckel presentan el mayor de los cuidados hay que ponerlo en su columna evitando que hagan esfuerzos tales como subir escaleras, a sillones, lugares altos, que hagan esfuerzos innecesarios...
En estos casos lo mejor es acostumbrarles desde pequeños a utilizar ramas, banzos que no sean altos y así evitar saltos y sobreesfuerzos.
Y es que problemas de salud como las hernias discales son mucho más Es frecuentes en es tipo de perros y no solo les supone un gran dolor, sino que a veces puede tener desenlaces fatales.
Vigila su alimentación
Los teckel suelen ser especialmente tragones y tienen cierta tendencia al sobrepeso y es de las peores cosas que les puede pasar. Y es que, una vez más, dada su fisonomía, tener kilos de más carga su columna y les puede ser muy perjudicial.
Así que mucho ojo con los picoteos, con los premios y con darles porciones grandes porque son muy glotones y no es bueno para ellos. Eso sí, no siempre podréis resistiros a su insistencia y sus caritas pedigüeñas adorables.
El ejercicio, nuestro mejor aliado
Los llamados perros salchichas son una raza con una gran vitalidad, por lo que los largos paseos serán una cita diaria y necesaria para que gasten energía.
De hecho, se recomienda comenzar con estas rutinas desde cachorros para ejercitar su masa muscular y fortalecer desde bien pronto los músculos de la espalda.
Educación y adiestramiento a prueba de paciencia
Los que hayáis tratado con los teckel sabéis que son perros especialmente tercos, por ello es importante impartir una buena educación desde cachorros y que socialice con otros perros ya que pueden tender a ser muy individualistas y ariscos si no están con otros perros.
Así, siempre es recomendable que tenga juguetes a su alcance, pero de esos que no pueda romper porque se tragarán todo lo que pase por delante de ellos y puede ser tóxico.
El mejor de los consejos que podríamos daros si estáis pensando en tener un perro de esta raza es que necesitaréis mucha, mucha paciencia y firmeza en ese adiestramiento (son extremadamente listos y se agarrarán a cualquier debilidad que mostremos). Eso sí, en cuanto se hagan a vosotros (y un poco vosotros a ellos porque con ellos es así), es un perro adorable, fiel hastas el infinito y más allá y un compañero de vida al que no cambiaríamos por nada (os lo digo por experiencia propia).
Cuidados básicos de higiene
A cada tipo de teckel le corresponde unos cuidados para el pelo diferentes: a los de pelo corto con pasarles una vez al mes un guante de crin para eliminar pelito sobrante, suciedad y hacer que su pelo brille sufciente; a los de pelo largo sí que tendremos que cepillarlos más a menudo para quitar nudos; y para los de pelo duro nos tocará llevarlos al menos un par de veces al año a que les hagan una puesta a punto al pelo.
Los baños en estas razas son más habituales dado que, al tener su centro de gravedad bajo, también arrastran mucha más suciedad, es algo inevitable.
Especial cuidado hay que poner en las orejas dado que tienden a tener bastantes otitis, por lo que tendremos que mantearlas bien limpias, cuidado con las hierbas y cardos que los arrastran todos y, además, tendremos que cortarles las uñas a menudo.
Lo dicho, un perro adorable del que no te cansas nunca.
Fotos | Unplash
