El Festival de Cine de Málaga está celebrando en estos días su edición número 26, donde hemos visto a Aura Garrido triunfando con un impresionante delineado de ojos en azul. La actriz, ganadora del premio a Mejor Interpretación Femenina Protagonista en 2013 por su papel en Stockholm, acudió para presentar Alguien que cuide de mí, su último trabajo.
Además de lo pomposo de los looks, que nos encantan, hay algo que también nos ha llamado la atención, el discurso de la intérprete Blanca Portillo tras recoger el Premio Sur en el escenario del festival.
Desde los años 80, con su icónico papel en 7 vidas incluido, pico de la cultura pop española, la actriz se ha curtido en mil batallas interpretativas en los escenarios de teatro y delante de las cámaras. En 2022 recibió el premio a Mejor Actriz Protagonista por Maixabel.
En esta ocasión, Blanca Portillo recibía un galardón a su trayectoria, para que el que se quiso presentar de forma natural, sin aditivos, en esencia, por eso subió a recogerlo en camiseta blanca de tendencia y vaqueros.
“Os estaréis preguntando qué hace vestida así esta mamarracha en una noche de lujo y esplendor”, así comenzaba un discurso que más adelante continuaba con un "Habéis decidido poner en valor el trabajo de casi 40 años dedicados casi de forma enfermiza a la interpretación y puesto que es eso lo que se está valorando, quiero recibirlo como persona, no como actriz, y esto es sencilla y llanamente lo que soy: Blanca, una persona".
Sus palabras fueron encandenándose contando parte de su historia, pero también dando pie a un alegato contra los cánones de belleza normativos que nos dividen, encasillan y marcan nuestro destino profesional, algo especialmente notable en una profesión como la de la actriz. Los mismos estándares que le han otorgado el Oscar a Mejor Maquillaje a La Ballena y que no comprenden que está mal que en pleno 2023 sigan usándose fatsuits.
"Brad Pitt y yo tenemos algunas cosas en común (...) los dos hemos tenido que luchar contra nuestro físico para que se valoraran nuestras capacidades actorales, solo que al revés. Él ha luchado contra su belleza para demostrar que es más que un cuerpo y un rostro hermoso y yo que sin ella también puedo ser actriz." Ante estas palabras, el patio de butacas rompía en aplausos con ímpetu y tímidos a la vez, porque implican un vítore a sus palabras, pero también una aceptación, en voz alta, un reconocimiento de que la premiada no responde a esos cánones de belleza y que la vida sigue.
"Quiero mandar un mensaje de esperanza para todos aquellos a los que alguna vez le han dicho que les hace falta el físico para dedicarse a esta profesión. Para dedicarse a ella lo que hace falta es amor, esfuerzo, formación, la capacidad de soñar lo que no existe (...) Todo eso aumenta con los años y la práctica. Todo lo demás se lo lleva el tiempo".
Y después de esto, no podemos añadir más.
Fotos | Gtres
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