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Conforme pasa el tiempo, la calidad es un valor al alza en nuestra vida. No queremos hacer más cosas, sino hacerlas mejor; podemos quedar menos con nuestros amigos, pero buscamos pasar tiempo de calidad con ellos. Hasta en nuestro armario se nota: no queremos sumarnos a todas las tendencias, sino hacernos con prendas duraderas que nos acompañen un buen puñado de temporadas.

Lo mismo sucede con nuestra piel: nos gusta mimarla, darle el cariño que demanda y aportarle los nutrientes de calidad que necesita. Y, en medio de esa filosofía, emerge el concepto better-aging, que nos invita a disfrutar y potenciar la belleza de nuestra piel sea cual sea nuestra edad. Significa, literalmente, ‘madurar mejor’, y es una mano tendida a nuestro cutis, para que no importe cuántas arrugas tenemos, sino las historias, sonrisas y caricias que esconden esos signos.

Better-aging es también el concepto por el que aboga Avène. Con su nueva línea de productos, la gama DermAbsolu, nos ofrece las herramientas para que demos a nuestra piel los nutrientes que nos está pidiendo. Y para que, lejos de enmascarar el paso de los años por nuestra dermis, lo luzcamos con orgullo.

Así, con orgullo e ilusión, lucen muchas mujeres su edad. Mujeres que saben lo que quieren, que conocen su cuerpo, su mente y su piel; que se enfrentan a los problemas con el carisma que otorga el tiempo; que afrontan los años no como un lastre, sino como una oportunidad de seguir disfrutando, aprendiendo y viviendo.

Tres de esas (muchas) mujeres son Esther Ferri, de 49 años; Eliane Duverney, de 65; y Lola Rovati, de 43. Nos cuentan cómo están viviendo su madurez y qué es, para ellas y según su experiencia vital, el better-aging.

El valor de conocerse como nadie más

No es fácil conocerse a una misma y ese es, quizás, uno de los retos comunes a los que nos enfrentamos todas las mujeres durante toda la vida. Pero, después de varias décadas conviviendo con nosotras mismas a diario, podemos estar más cerca de esa meta. “Me siento mucho más madura a todos los niveles, aceptando los cambios que se producen con la edad”, apunta Esther.

Porque esa es una de las claves para aplicar(nos) la filosofía better-aging. Quererse, aceptarse, amarse.

“Esta es para mí una etapa de plenitud en la que me siento cómoda y feliz con mi imagen, aunque el espejo no devuelva la misma que hace veinte años. Cada etapa de la vida tiene sus cosas buenas y hay que tener la capacidad de reconocerlas y disfrutarlas”, dice Lola Rovati, que da en la diana y añade: “He aprendido a aceptar y amar más mi cuerpo, a ser menos crítica conmigo misma. También me convenzo cada vez más de que la belleza está en sentirte bien contigo misma y reflejarlo, más allá de las arrugas que puedas tener”.

Las herramientas para potenciar la belleza natural

Porque los cambios están ahí, no se pueden negar, tal y como explica Eliane: “Con los 60 cambia mucho el cuerpo. La piel es más seca, con menos elasticidad; las arrugas aparecen con profundidad en la frente y alrededor de los labios”.

 

Llegadas a ese punto, ¿podemos y debemos hacer algo? Nuestra piel nos lo hará saber y, efectivamente, nos demandará que la ayudemos, que le proporcionemos los nutrientes que necesita. Una rutina de belleza estable, en la que aportemos a nuestra dermis hidratación tanto por la mañana como por la noche, algo que nos ofrecen las dos cremas hidratantes de la gama DermAbsolu de Avène, será esencial para mimar nuestro cutis.

Porque el better-aging no nos anima a abandonar nuestra piel a su suerte, sino a cuidarla más que nunca, sin imponerle cómo debe ser, dejándola que madure libre. Bien lo saben Esther, Eliane y Lola, que han configurado su propia rutina beauty a tenor de las demandas de su piel.

 

“Hago limpieza de cara por la mañana y por la noche. Además, uso hidratante de día y sérum junto a una antiarrugas de noche”, comenta Esther sobre su ritual de belleza.

Este tipo de producto, como el DermAbsolu sérum esencial de Avènees un concentrado de activos con todo lo que nuestra piel necesita para nutrirse, algo así como un pack de supervivencia indispensable para ayudar a nuestra piel en esta etapa de madurez. Si quieres probar sus efectos sobre tu rostro, haz click aquí.

Lola Rovati, alumna aventajada, también aporta a su dermis lo que necesita en el día a día, tal y como nos cuenta: “En mi rutina de belleza, antes solo usaba un producto de limpieza, una hidratante para el día y un tratamiento para la noche. Ahora, mi rutina es: limpieza por la mañana, me aplico una ampolla de proteoglicanos y, después, un tratamiento antiedad con fotoprotector. Por la noche limpieza, de nuevo, y un tratamiento intensivo antimanchas. Además, me hago una exfoliación una vez por semana”.

 

La importancia de la barrera contra los rayos UV

Fotoprotector. La palabra mágica. Es a una buena rutina de belleza lo que el aceite de oliva a la dieta mediterránea, pues protegerse del sol a diario es la mayor barrera antienvejecimiento. ¿Cómo incluirlo en nuestro neceser? De un modo en el que nos resulte sencillo y natural aplicarlo, para, así evitar las excusas.

La crema redensificante coloreada con factor de protección SPF 30 de DermAbsoluaúna esos dos requisitos: es el básico de tocador idóneo para esas mujeres que quieren no solo proteger su epidermis de los rayos UV, sino darle a su rostro el ansiado efecto ‘buena cara’, como Eliane.

“Me maquillo de manera ligera, con colorete, y me pinto un poco los ojos, pero me gusta tener la piel más natural”, señala, y añade que tiene como tip de belleza para cualquier edad la fotoprotección: “Cuando estoy al sol, me cuido con crema de protección máxima. Cuando eres joven, una no se preocupa tanto de su piel y creo que es un error. Con el tiempo y lo que sé hoy, me habría cuidado más”.

Porque no es solo un dicho popular aquello de que la piel tiene memoria. Sembrar unos cuidados constantes en la juventud es cosechar una piel con calidad y calidez en la madurez.

Y, como en cada etapa de la vida, en el cuidado de la piel se trata, también, de ser consciente de cada paso y cada acción, atendiendo (y disfrutando) hasta de los detalles más pequeños, como bien resume Lola: “Una cosa a la que siempre le presto atención y me condiciona a la hora de comprar es el perfume y la textura de cremas y sérums: tienen que oler bien y ser de textura agradable. Productos que, además de hacerle bien a tu piel, estimulen los sentidos”.

Ese efecto lo consigue el contorno de ojos de la línea DermAbsolu de Avène, que, con su aplicador metálico, no solo aporta a esta zona tan sensible los activos que necesita, sino que proporciona una sensación de frescor y ligereza perfecta para irse a dormir.

Más allá de la piel

La piel es el envoltorio de todo lo que somos. Pero cuidarse en la madurez no solo engloba tratamientos de belleza: potenciar nuestras aristas y desarrollar a todas esas mujeres que llevamos dentro es esencial para sentirnos bien por dentro y por fuera. Esther, Lola y Eliane también tienen sus propios tips.

“Practico deporte 5 o 6 horas semanales y sigo estudiando, ampliando conocimientos para tener la mente activa”, cuenta Esther. “Voy al gimnasio cuando puedo, al menos dos veces por semana, y también practico yoga”, señala Lola. “Soy una persona activa, hago deporte tres veces por semana y camino cada fin de semana porque, si el cuerpo no está conforme con lo que quieres, la piel tampoco será como desearás. ¡Bien en el cuerpo, bien en la cabeza!”, concluye Eliane. Puro espíritu better-aging.

Imágenes | Juan Pablo Arenas – Pexels