Hace unos días os hablaba del problema de la caída del cabello estacional. Pero no es el único problema capilar que se puede dar en otoño, la caspa es otro que viene con la caída de las hojas. Incluso personas que nunca tienen caspa pueden tener un brote sin previo aviso.
Si te ha sorprendido un brote de caspa estos últimos días, no te preocupes: es algo natural y tiene fácil solución. El cambio de estación que se da en otoño y primavera afecta a nuestro organismo de las formas más dispares: el estado de humor, el cabello, el cuero cabelludo.
Si eres de naturaleza nerviosa o estás viviendo un período especialmente tenso serás más propensa a sufrir esta caspa. Aunque no tiene por qué repetirse estación tras estación. Las habituales ya sabéis que la solución es utilizar un buen champú anticaspa 2-3 veces a la semana para controlar el brote y listo.
¿Pica el cuero cabelludo? Además de antiestética, la caspa puede rsultar muy molesta. ¡No te rasques! Irritas el cuero cabelludo, puedes formar costras pequeñas y es un gesto que no mejora nada el problema de exceso de sebo y hongos. En cuanto empieces tu tratamiento anticaspa mejorará y te olvidarás.
Como soluciones tienes el champú anticaspa, incluso el champú anticaspa exfoliante como el de Fructis de Garnier, o combinar el champú con ex
En un par de semanas deberías tenerlo controlado, cuando veas que no queda rastro del brote de caspa y que deja de picar el cuero cabelludo deja de utilizar el producto. Ya no lo necesitas, guárdalo por si tienes una recaída pero no sigas utilizándolo a perpetuidad. Pásate al champú habitual que utilizabas antes del cambio de estación.
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