Los 9 errores que comentemos al aplicarnos la protección solar

Con la llegada del calor es el momento de empezar a disfrutar del sol y a tomar unos baños que doren nuestra piel. Por ello, hay que ponerse las pilas y cuidar mucho la piel que es nuestro escudo y carcasa, prestando mucha atención a cómo nos aplicamos la protección solar y procurando no caer en alguno (o todos, que hay veces que nos volvemos muy vagas) de los 9 errores que os planteamos a continuación y que, os aseguramos, que son más comunes de lo que pensáis en un primer momento.

1. No aplicarla a diario

La protección solar no es solo para la playa o la piscina. La protección solar hay que usarla a diario, incluso en invierno. Los rayos ultravioleta afectan a nuestra piel en cualquier época y, por ello, es necesario que la usemos siempre, poniendo especial énfasis ahora en verano que es cuando los rayos del sol tienen más fuerza y estamos más expuestos. Por ello, el mejor tratamiento antiedad que os podremos recomendar siempre, es el uso de una buena crema de protección solar a diario.

2. No extender bien el protector

Primero, lo hacemos únicamente en la piel que queda expuesta, olvidándonos del resto. Teniendo en cuenta que la ropa, los bañadores y bikinis tienden a moverse dejando expuestas otras zonas (quién no se ha quedado los "bordes") haciendo que queden desprotegidas y, por tanto, se puedan quemar y dañar. Así que por todo la crema por todo el cuerpo, mejor.

3. No la aplicamos con la suficiente antelación

Y enlazado con lo anterior, hay que tener en cuenta que la mayor parte de nosotras no nos aplicamos la crema con la suficiente antelación que es, por lo menos, 30 minutos antes de la exposición solar. Si nos la aplicamos en casa tranquilamente lo haríamos por todo el cuerpo y llegaríamos a tomar el sol ya plenamente protegidas. Haciéndolo al revés la piel no queda protegida al instante y si nos la aplicamos y nos vamos al agua ya ni qué contaros. Así que mejor llevar los deberes hechos.

4. No la renovamos debidamente

Cada 2 horas es imprescindible renovar la aplicación del producto y así lo confirman los dermatólogos y más a menudo si nos estamos bañando continuamente que por mucho que pongan que son resistentes al agua ninguno lo es al 100%.

5. No aplicamos la cantidad suficiente

A ver, aquí hay que tirar un poco del dicho de "todo en su justa medida", ni hay que embadurnarse creando capa, de manera que la piel ni respire, ni hay que echarse una ligerísima. Como ya os hemos comentado hay que aplicarse 30 ml de producto, lo equivalente a un vaso de chupito en el cuerpo y en el rostro más o menos un tercio (1/3) de cucharada de té, que si incluimos pecho y cuello es una cucharilla completa.

6. Nos olvidamos de la protección física

El uso de sombreros, sombrillas... y otros elementos que también ayudan a prevenir el sol hacen que nuestro protector solar no sea suficiente sobre todo en las horas de mayor incidencia del sol en la piel. Nunca es suficiente la protección, algún día, vuestra piel lo agradecerá.

7. Nos olvidamos de determinadas zonas de nuestro cuerpo

Esto ya lo hemos tratado en alguna ocasión y no siempre nos acordamos de aplicar la protección solar en todo el cuerpo: ¿qué pasa con las orejas? ¿y los pies? ¿los labios? ¿las manos? Todo cuenta.

8. No usamos protección específica para cada zona del cuerpo

Bueno, muchas sí lo hacemos y siempre llevamos como mínimo dos cremas en la bolsa de playa, una para el cuerpo y otra para la cara. Y es que, aunque tengan la misma protección, la piel del rostro necesita un cuidado especial al ser más delicada, por lo que siempre hay que apostar por productos específicos para ella.

9. No elegir un factor de protección adecuado

Tenemos ese falso mito metido en la cabeza de que con el protector solar no nos ponemos morenas, y no es cierto. Nos ponemos y además de una forma más sana. Por ello, dependiendo de tu tono de piel necesitarás un tipo de protección u otra, pero recuerda que los expertos en la materia siempre dicen que nunca menos de 30 SPF.

Bonus: No usar after- sun

Y aunque este paso ya sea propiamente posterior al también tenemos que dar importancia al after sun, a la crema que nos aplicaremos tras la exposición solar dado que son productos específicos para ello que no solo nos calmará la piel, sino que nos la hidrata de una manera mucho más adecuada y nos la cuida para alargar más el bronceado, así que tomemos conciencia del antes, durante y después también.