Hace unos días os anunciaba la defunción del pitillo. Parecía mentira que desaparecieran, pero llegan nuevas siluetas, nuevas tendencias y nuestros amados pantalones pasan a un segundo stand de nuestro armario. Un pantalón tan querido se merece un homenaje, una oda por tantos años de fiel compañero de nuestros looks.
Os confieso que yo voy a ser de esas que todavía va a apostar por estos elogiados pantalones, pero por otro lado tenemos ganas de cambiar y apostar por nuevas siluetas como los acampanados, los culotte o los palazzo. Lo que nos dure la ganas del cambio es otra cosa.
Kate Moss apostó por ellos en el año 2000 y todas la copiamos. Ella marcó una moda que ha durado años. Fue el momento en que dejamos todos nuestros complejos a un lado, nos olvidamos de si eran demasiados ajustados y estrechos o si nos marcaban toda la pierna. Era el momento de lo ceñido. Todas hemos lucido los pitillo y durante 24 horas.
Este silueta de pantalones han sido nuestro comodín perfecto. Por el día con camisas y americanas, para lograr femeninos outfits de trabajo. Por la noche, la prenda para todo, combinados con tops, blusas y camisetas, dependiendo del estilo que quisieras lucir. ¡Esos skinny jeans (así se llaman en inglés) negros no hay look que se le resista!
¿Cuáles han sido las razones principales para enamorarnos del pantalón pitillo? Su manera de estilizarnos (especialmente a las delgadas) y el permitir sacar el máximo partido a nuestro calzado, ya que, no sólo combina con todas las clases, sino que siempre se puede visualizar y presumir así de zapatos, botas o botines.
Los pantalones entubados han sido parte tradicional del uniforme de las bandas de* heavy metal,* así que como no puedo imaginarme unos pitillo de cuero acampanados, quiero pensar que este diseño concreto va a sobrevivir, ideal para estilismos rockeros y confieso que uno de mis preferidos en invierno.
Los pitillo es un pantalón emblemático, y aunque lo que prima ahora es lo amplio, seguro que muchas se resisten a las modas y siguen apostando él. Eso sí el 2015 marca el inicio del declive de esta pieza sensual, estilosa, capaz de resaltar y potenciar las curvas del maravilloso cuerpo femenino.
En Trendencias | La defunción del pitillo ha llegado (aunque me duela)
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