Anótalo bien: los pantalones a cuadros van a pegar fuerte, ¡mucho!

No puedo estar más feliz al estar escribiendo este post: una de las prendas que más me gustan gozan de tendencia esta temporada. Sí, desde hace unos años tengo obsesión por encontrar LOS pantalones a cuadros (grandes y oscuros a poder ser) que formaran parte de mi día a día. Creo que mi obsesión remonta una década atrás (o un poco más) cuando los Lois acampanados eran lo más. Yo me emperré con un modelo a cuadros azul marino y verdes (estampado escocés pero en esos colores) que nunca encontré.

Desde entonces he ido a la caza y captura de algo que me recordara a ellos, hasta que este año han pegado, y fuerte. Por la calle ya lo vemos, al menos las bloggers ya se han hecho con un modelo y así nos lo muestran en sus páginas personales. De pitillo o pata ancha, éstos serán la joya de tu outfit.

Sí, no ves doble: Collage Vintage y Fash ‘n’ Chips nos muestran el mismo modelo de pantalón (firmado por Asos) pero con un resultado totalmente distinto. Mientras que Sara lo combina con un jersey rojo, la segunda prefiere darle el protagonismo a la prenda de la que estamos hablando hoy. Las comparaciones son odiosas pero, ¿con cuál de ellas te quedas?

¿Quieres unos?

Si ya te he convencido ahora queda el paso de elegir los que mejor vayan con tu estilo. En Bimba & Lola hay diferentes modelos según el color, la forma o la ocasión. Yo me he enamorado por completo del modelo de en medio, aunque su precio es tan elevado que me esperaré a rebajas (me los voy a comprar sí o sí).

En River Island tenemos propuestas muy distintas pero más económicas, Si te pierde el estampado tartán, ahora ya puedes hacerte con este modelo tipo traje tan llamativos. Los pitillo de al lado son lo que luce Andy Torres en la primera imagen.

Pero si lo que queréis es algo realmente barato ya que no estáis muy seguras de darle mucho uso al modelo, podéis optar por Primark. 17 euros es el precio de cada uno de estos pantalones: sí, los segundos son exactamente iguales a los de River Island y… ¡los tengo! Aunque he de confesar que el primer día ya se me rompió la cremallera (¡no la puedo bajar!).