Aunque no está reconocido oficialmente como un síndrome, de forma extraoficial se ha bautizado como "síndrome de la doble pantalla" a esa necesidad de usar el móvil que muchos sienten cuando se sientan a ver la televisión o incluso cuando están en el cine.
Presente en el 80% de los usuarios
Según un estudio realizado en 2015 por IAB Spain, entre 6 y 8 usuarios de cada 10 usan un dispositivo móvil mientras ve la televisión en España. Lo que supone un apabullante 80% en total de los usuarios de smartphone.
Ese tiempo, sobre todo, lo pasamos en apps de mensajería (57% de los usuarios) y en redes sociales (un 43%), a pesar de que solo un 9% declaró estar comentando lo que ve en la televisión.
Otros usos que reflejó el estudio fueron consultar el correo electrónico (37%), el tiempo (19%) o noticias en general (18%). Incluso hay quien, mientras intenta seguir el hilo de lo que sucede en la pantalla de televisión, juega en el móvil. Algo que sucede en un 27% de los casos.
Una situación de "multitasking" que ya hay estudios que la relacionan con una peor memoria, de forma contraria a la creencia popular en la que dividir nuestra atención al hacer varias cosas a la vez sería una forma de entrenamiento mental para nuestro cerebro.
Está relacionado con la mala memoria y la poca capacidad de atención
Un estudio realizado por el Stanford Memory Laboratory determinó que aquellas personas que realizan frecuentemente varias tareas de este tipo a la vez obtenían peores resultados en tareas simples de memoria.
Además, escáneres cerebrales de los participantes mostraron que una zona llamada córtex del cíngulo anterior era más pequeña. Esta zona está relacionada con el control de la atención y que sea más pequeña implica un peor funcionamiento y una atención más pobre.
No obstante, Anthony Wagner, director del estudio, advierte que, aunque se ha probado que estas personas tienen una peor memoria y atención, todavía es pronto para poder afirmar que sea causa del multitasking. Podría ser al revés y que el multitasking sea un efecto de la mala memoria y de una escasa capacidad de atención.
Otra eminencia en la materia, Earl Miller, profesor de neurociencia en el Instituto Picower de Aprendizaje y Memoria del MIT, asegura que el cerebro no está diseñado para la multitarea. Tras investigar sobre los efectos del multitasking en la mente aconseja no realizar varias tareas a la vez porque afirma que arruina la productividad, provoca errores e impide el pensamiento creativo.
Para evitarlo, recomienda empezar por centrar la atención en algo durante determinados periodos de tiempo, eliminando tantas distracciones como sea posible. Eso implica guardar el móvil, apagar ordenadores, televisores y otros dispositivos para evitar tentaciones. Si nos cuesta restaurar la atención, movernos o salir al exterior también son buenas opciones para despejar la mente y aumentar el flujo sanguíneo.
¿Qué podemos hacer?
Recientemente, ha tenido lugar en Estados Unido una nueva edición de La Semana Internacional Sin Pantalla. Un evento anual que comenzó en 1994 con el nombre de La Semana Sin Televisión y que, a medida que la tecnología ha ido evolucionando, se ha convertido en La Semana Internacional Sin Pantalla.
El objetivo es reemplazar el tiempo de ocio que se pasa delante de una pantalla por otro anterior a las nuevas tecnologías. Manteniendo a sus participantes alejados durante una semana de noticias, timelines y videos que se reproducen automáticamente pretenden que conecten entre ellos sin necesidad de una conexión wifi.
No obstante, tampoco es necesario pasarnos al extremo opuesto si estamos satisfechos con las cosas buenas que aportan las pantallas a nuestra vida pero queremos tomárnoslas con un poco más de calma y, sobre todo, de una en una.
Si queremos ser nosotros los que usemos al móvil y no el móvil el que nos use a nosotros, podemos seguir diferentes estrategias muy sencillas que nos ayuden a despegarnos y desapegarnos del dispositivo.
La primera medida es no tener el móvil a mano. Dejarlo bocabajo y en silencio en un lugar en el que nos tengamos que mover para alcanzarlo y, si es posible, tenerlo en una habitación diferente. Sobre todo, es muy importante que evitar levantarte a por él durante las pausas publicitarias.
También puede ayudar desactivar todas las notificaciones para desnormalizar y desacostumbrarnos a que el móvil nos esté interrumpiendo todo el tiempo a lo largo del día.
Define horas y un tiempo específico para dedicarlo a las redes sociales y otras actividades que realicemos en el móvil. Así las acotamos y podemos evitar que acaben invadiendo también el tiempo que dedicamos a otras cosas, como ver una serie de televisión o películas.
De igual modo, imponte un horario libre de dispositivos y, para ayudarte a crear los nuevos hábitos, oblígate a pagar una penalización cada vez que incumplas tus propias reglas. Si la cosa va muy mal, al menos habrás ahorrado lo suficiente para pagarte un viaje a la próxima Semana Internacional Sin Pantalla.
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