Cada día son más empresas las que se apuntan a reducir personal y sustituirlo por sistemas robóticos. Quizá te recuerda a un capítulo de Black Mirror, pero los robots ya están aquí y son más que una realidad en el comercio actual. En China, por ejemplo, JD solo necesita 4 personas para gestionar 200.000 pedidos diarios. El resto de personal, son robots. En Castellbisbal se implantó el primer almacén robotizado de Amazon en España en abril de 2017. Las tiendas del futuro ya son un presente: sin dependientes, con robots y muy rentables.
Uniqlo solo necesita un 10% de su plantilla
Automatizar uno de sus almacenes en Tokio, le costó a Uniqlo entre 1.000 y 10.000 millones de yenes. Con esta medida ha reducido en un 90% al personal de su almacén, que al ser casi por completo robótico, ahora puede hacer turnos de 24 horas.
El sistema robótico está diseñado para recibir entregas de mercancía, leer las etiquetas electrónicas de los productos y confirmar sus números de stock, entre otra información. Durante el envío, el sistema lo mete en cajas y pone etiquetas. Solo una pequeña parte del trabajo en el almacén debe ser realizada por los empleados, tal y como explicó la compañía a The Japan News.
Fast Retailing, empresa matriz de Uniqlo, no quiere quedarse sólo ahí: tiene un acuerdo con Daifuku (la empresa de robótica), para automatizar todos los almacenes de la marca. Solo con Uniqlo, quieren invertir 887 millones de dólares en el proyecto, reduciendo los costes de logística y ofreciendo su producto de forma más rápida y efectiva.
Pero ¿qué supone este cambio? Por un lado, la empresa es más rápida y tiene posibilidad de vender más. Por otro lado, las máquinas no tienen sueldo, por lo que se ahorran inversión, ya que los gastos de mantenimiento son mucho menores. De hecho, la empresa calcula aumentar un 38% sus ingresos en un año y alcanzar los 26,6 mil millones de dólares.
Amazon y su primera tienda sin dependientes
Pero Uniqlo no es (ni mucho menos) la única empresa que sustituye personas por robots. Amazon dio el pelotazo a principios de año cuando abrió su primera tienda sin cajas y sin dependientes. Entras, coges lo que necesites y te vas. Y no pienses que no es tan fácil, porque sí lo es: las puertas se abren con el móvil, coges lo que te apetezca y al salir, se identifica qué es lo que llevas (da igual lo que lleves, lo sabrá) y te cobra de forma automática. Cero tarjetas, cero esperas.
Amazon Go, que se anunció en 2016 y ya va por su segunda tienda (espera abrir un total de seis antes de acabar el año), quiere conquistar a los millennials. Podemos salir a la calle en zapatillas de estar por casa (una historia real que me ha pasado varias veces en mi vida) u olvidarnos las llaves, el DNI o la tarjeta, pero nunca olvidamos el móvil. La generación que siempre lleva el smartphone en la mano, la eternamente conectada, demanda facilidad a la hora de consumir.
De ahí que (casi) todos los bancos y empresas de pago tengan ya la opción del contactless con el móvil, así que Amazon Go aprovechó eso para evolucionar los supermercados y dar un paso más con sus tiendas.
Zara se apunta a la robótica en sus tiendas
Pero en España no nos quedamos atrás. Zara y su dueño Amancio Ortega, el hombre más rico del país según la lista Forbes, están decididos a no quedarse atrás en este tema. De ahí que ya se hayan instalado sistemas RFID en Zara y Massimo Dutti por ejemplo, permitiendo que en todo momento se conozca la ubicación de las prendas.
La instalación de este sistema, sobre el que Inditex no ha querido ofrecernos cifras de inversión, es solo uno de los muchos avances que ya existen en la tienda más moderna de la empresa española. La flagship de Milán, recientemente reformada, cuenta con probadores interactivos que te dicen qué combina con esa blusa o cuáles son los zapatos que mejor te sentarán con ese vestido, y todo desde la pantalla interactiva que hay en sus espejos.
Además han hecho mejoras integrando el stock de almacenes y tiendas cercanas a tiempo real y tienen un dispensador de pedidos online para el que no necesitarás acudir a ningún empleado: metes el pin o escaneas el código QR y la máquina te entrega tu paquete sin intermediarios.
Ventajas e inconvenientes de la implantación de robótica en tiendas
A nivel empresarial la ventaja es más que evidente: menos costes, más beneficios. A nivel de usuarios, toda la automatización conlleva menos tiempos de espera y más facilidad para consumir. Cualquier fashion lover ve una ventaja en encontrar ese bolso que tanto le flipa sin tener que recorrerse todas las tiendas de Madrid.
Pero no todo es alegría y buen rollo cuando la tecnología aterriza en el comercio para sustituir a personas que anteriormente hacían ese trabajo. En Galicia, por ejemplo, los empleados de Lefties y Zara se han movilizado para protestar por la implantación de 14 cajas de autocobro.
Los hay que aún piensan que la implantación de robótica en el comercio es un tema futurista, pero es un presente real que ya ha alcanzado a gigantes como Amazon o Inditex, y que quiere cambiar el sistema comercial que conocemos actualmente. El único miedo que tengo es que Skynnet se vuelva malvada otra vez como en Terminator y trate de destruir a la humanidad. Habrá que confiar en las tres leyes de la robótica de Asimov y rezar para que no tengamos que buscar a Sara Connor para que su hijo salve el mundo del reinado de las máquinas.
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