Sólo 27 kilos y más de 860.000 seguidores: ¿tenemos derecho a pedir el cierre de su canal de Youtube?

Sólo 27 kilos y más de 860.000 seguidores: ¿tenemos derecho a pedir el cierre de su canal de Youtube?
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Eugenia Cooney apenas pesa veintisiete kilos, algo que de por sí ya es un grave problema, pero que ha alcanzado tintes aún más dramáticos porque Eugenia tiene un canal en Youtube con 862.000 seguidores (cuando comenzamos a escribir este artículo tenía 250.000) y una audiencia de chicas de entre 12 y 21 años, una de las franjas de edad donde la anorexia nerviosa golpea con más fuerza.

¿Es libre de mostrarse al mundo tal y como es? ¿Qué hace el canal en estos casos?

¿Qué ocurre si un grupo intenta a través de una petición de Change.org que cierren el canal de una Youtuber porque piensan que fomenta la anorexia? Esto es lo que está sucediendo a Eugenia Cooney, una conocida youtuber con una delgadez extrema, a la que se acusa de ser una mala influencia para sus fans y de negar que la Anorexia Nerviosa que padece es una enfermedad y someterse a tratamiento.

Además, Eugenia no está haciendo nada por tratar su enfermedad o para recibir ayuda. Y esa es precisamente la razón por la que un grupo de personas han abierto una petición en Change.org para que eliminen su canal ya que consideran que es un mal ejemplo para sus followers, para sus fans, pero también para cualquier persona que pueda verlo.

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Nadie niega el poder de las redes sociales sobre sus audiencias, especialmente en el caso de los más pequeños, personas en formación y altamente influenciables por lo ven en los canales de estos nuevos ídolos. Quizá por eso el caso de Eugenia Cooney es muy preocupante y ha movido a muchos padres a organizarse para intentar cerrar su canal.

¿Cuál es el problema realmente? ¿Estamos coartando su libertad de expresión? El problema no es estar delgado, como tampoco lo sería si estuviera gorda, el problema son los extremos y la negación de la realidad, de la enfermedad y de una sana autoestima. Pero Eugenia Cooney tampoco está haciendo apología de la anorexia, sólo hablando de maquillaje, moda y estilo de vida.

 

¿Prohibir el contenido es posible?

La pregunta es si alguien como Eugenia tiene libertad para abrir un canal de Youtube.com y difundir libremente lo que piensa y lo que es. Si está protegida por la libertad de expresión o en estos casos prima más el interés general de la sociedad.

Por eso nos hemos puesto en contacto con una fuente interna de Youtube.com para preguntarle qué se hace desde la red social en casos como este, cuando no hay una clara apología de la anorexia, pero hay una parte de la sociedad preocupada por protegerse de contenidos que consideran peligrosos.

Para empezar, nuestra fuente hace hincapié en que tenemos que tener en cuenta que a Youtube.com se suben cuatrocientos horas de video por minuto, y como nos explica su portavoz, es tecnológicamente imposible verificar todos los contenidos al momento, aunque cuentan con herramientas de inteligencia artificial que permiten identificar de forma automática algunos contenidos no aptos.

En los casos en los que el contenido promueva cualquier tipo de discurso peligroso, acoso, maltrato, maltrato animal, etc., se retira de inmediato siguiendo las normas básicas de la Comunidad. De hecho, la plataforma cuenta con un equipo que está revisando 24 horas al día todas las peticiones y denuncias que se realizan, como nos cuentan en este enlace y según la normativa de la comunidad.

Como nos comenta esta fuente interna "aunque estamos alerta y somos rápidos a la hora de eliminar contenidos de carácter terrorista y vídeos que incitan al odio, vale la pena destacar que este tipo de vídeos representa una proporción muy pequeña dentro del contenido que infringe nuestras normas; de hecho, estos dos casos solo suponen un 1% de los vídeos eliminados en 2015. A la hora de denunciar un vídeo, puedes informar sobre la política que crees que infringe un vídeo, desde spam a contenido sexual, abusos o contenido violento. Esto nos ayuda a orientarnos y a examinar con más eficacia y eficiencia el contenido denunciado".

Pero ¿qué pasa cuando, como en el caso de Eugenia Cooey, no hay un discurso peligroso, o una apología directa de la anorexia? ¿Qué pasa en estos casos en los que la línea es muy difusa? Como le preguntamos a Youtube.com: ¿qué pasa cuando el contenido es muy gris y no se fomenta directamente la anorexia, pero hay un grupo denunciando?

Según nuestra fuente de Youtube.com ellos no pueden convertirse en censores y cuando el contenido es un poco más gris como este caso en el que no hay apología manifiesta de la anorexia cuentan con una herramienta para que sea la propia comunidad quién decida o para que puedan informar sobre cualquier contenido que piensen que infringe las Normas de la Comunidad de la página. En este enlace podéis encontrar más información sobre cómo funcionan.

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Cualquier usuario puede decidir notificar si considera que ese vídeo debería ser retirado y dar las razones para hacerlo. Un equipo de Youtube.com analiza todas las notificaciones y se toma una decisión teniendo en cuenta las denuncias emitidas y las leyes locales en los países donde operan.

 

No es el primer intento de ponerle freno a este problema en internet

Fue en el año 2015 cuando la española Lidia Amelia subió a YouTube el video titulado "Ana y Mia", parte de una petición en Change.org que existe desde abril de 2014 para detener las páginas que promueven estos desórdenes alimenticios. En el video se muestra a dos mujeres jóvenes discutiendo en el tren subterráneo sobre su aspecto, hablando sobre cuánto ha comido cada una hoy y diciendo lo gordas que se sienten y recriminándose la una a la ora por comer.

Es inquietante la facilidad con la que se puede acceder a este tipo de información en Internet. Y más inquietante aún: según esta petición, hasta un 75% de las personas que entran en estas webs a favor de de la bulimia y la anorexia son menores de edad. A día de hoy y según hemos visto en Change.org para hacer llegar al gobierno la petición de Lidia Amelia todavía hacen falta veintiuna mil firmas más.

Instagram también cuenta con un sistema de protección ante contenidos que promocionen autolesiones o que hagan apología de la anorexia, bulimia u otros desórdenes alimentarios, o incita a realizarse cortes o heridas o a cometer suicidio, se inhabilitará sin previo aviso. “Instagram no es el lugar para la promoción activa o el fomento de las autolesiones”, según afirma la red social

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Ig Tre

](https://www.instagram.com/accounts/login/?next=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Ftrendencias%2F)

Fotos| Instagram

En Trendencias|Cómo el fitness puede curar la anorexia y la dura (pero inspiradora) historia que lo corrobora

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