Parecía que las chaquetas y demás prendas con mensajes en la espalda iban a pasar inadvertidas y... ¡Zas! Irrumpen de nuevo en las tiendas de medio planeta. Puedo entender el por qué a nadie le gusta que hablen a sus espaldas, pero hay veces que es inevitable. Y es en situaciones como esas donde una ha de ponerse firme y seria... Por ello, dales de qué hablar.
Fotos | The blonde salad
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