La primavera el armario altera. Cada cambio de estación se produce o debe producirse una metamorfosis en nuestro vestidor. Algunas lo vivimos como un placer, otras como un horror y otras como un horrendo placer. Guarda, tira, compra, decide si te vas a poner este verano ese trench tan mono del año pasado en amarillo canario, porque el pasado se quedó como guardapolvo día tras día. La vida y los bolsillos no están para dispendios así que hoy te propongo un Guardarropa Básico de Primavera en el que serán todos los que están (aunque no estén todos, toditos los que son).
Pastelito mío
Givenchy dió la pauta, la creación e ideación y como siempre el low cost copió y clonó, en este caso Mango. Hazte ya con una de las prendas de la temporada: una blazer en tono pastel o mejor rosa.
Plísame tonto
Tontainas seremos nosotras si no nos hacemos ¡ya! con un vestido o una falda plisada, en este caso de Mango.<.
Desde Chloé hasta Prada los han hecho suyos y cuando ellos proponen, la prole fashionista ha de disponer, en este caso con esta falda de Stradivarius. Su esencia elegante hará que puedas lucirlo tanto como look de fin de semana o como uniforme de trabajo.
20 años tiene mi amor
Mi amor se fue lejos, me abandonó a mi suerte y provocó que me olvidara de él con un matrimonio fallido e infeliz.
Mi amor se llamaba Gatsby y con su regreso la dicha me embarga y los deseos de vestir cual flapper vuelven. ¿Qué prenda elegir para que dure y perdure (y no se convierta en materia de una temporada)?: un vestido con corte en la cadera.
Blogger power, digo flower
La década de las flores, de la locura lisérgica y los festivales libertinos ya ha pasado y aunque el flower power nos la rememora, no es de esa flor de la que hablamos. La flor que inundará el jardín fashionista esta primavera no es californiana sino hawaiana o provenzal y viene en dimensiones grandes y visibles. Añade a tus compras básicas una blusa de gasa vaporosa con floripondios poco discretos. En este caso, blusa de Zara Primavera-Verano 2012.
Su pañuelo, caballero
Présteme su pañuelo caballero, yo lo teñiré, lo estiraré y lo convertiré en una falda de seda. Con ella y combinando acertadamente los complementos, podré vestirme de heredera a la que le ha dado por ser bohemia o de ricachona a la que le ha dado por ser excesiva.
Foto | Pensando en las musarañas
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