Lydia Maurer, nueva directora creativa de Paco Rabanne nos deleita con su colección Primavera-Verano 2013 en el Grand Palais de París. Una muestra en la que queda patente la eterna silueta de Rabanne.
Diseños seductores y vestidos espectaculares diseñados sobre el propio cuerpo que acompañan el movimiento de la mujer que los lleva, dos característica que tanto apreciaba Paco Rabanne siguen patentes sobre la pasarela. Propuestas rebeldes y con sus inconfundibles toques metalizados no faltan en su colección estival 2013.
Para su primera colección, la directora artística define a la mujer Paco Rabanne cien por cien. Una mujer actual de la que emana la indefinible sensualidad de Marisa Berenson y de Anita Pallenberg, dos grandes figuras de la Casa. Lydia Maurer alimenta su imaginación con las fotografías de Guy Bourdin, las compresiones de César, las Girlfriends de Richard Prince y las Nues de Jean Clemmer, así como la magia fascinante de The Doors. Tras la influencia Seventies, surgen las reminiscencias de la silueta eterna creada por Paco Rabanne.
Las construcciones cerfs-volants de abrigos y chaquetas se inspiran libremente en los bocetos de Paco Rabanne dibujados durante sus estudios de arquitectura en 1959. Destacan las típicas hombreras facetadas, los vestidos de cortes geométricos y los cortes que dejan entrever el cuerpo.
Respecto a los tejidos siguen dominando los vestidos de malla, entre metal y silicona y transparencias plásticas estampada sobre seda trenzada. Y a esto le unimos su famosa placa “69”, su signo más distintivo.
Los complementos son esenciales. Destacan la sandalia-bota alta de tiras de piel entrelazadas y joyas de burbujas transparentes, diseñadas por el artista Taher Chemerik.
Y los bolsos “Le 69” son totalmente modernos.
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