Chanel Otoño-Invierno 2012/2013: el feísmo como filosofía kamikaze

El feísmo es la tendencia artística que valora estéticamente lo feo. Las obras feístas se distinguen porque el artista se demora en ellas en la presentación de objetos, animales, personas, lugares o situaciones repugnantes.

Fuente: Wikipedia.

A la corriente del feísmo le falta un nombre que sigue renovando las corrientes: Karl Lagerfeld. Su molde: Chanel. Su caballete: las distintas modelos que dan vida a las 67 (¡!) salidas de la colección Otoño-Invierno 2012/2013 recién presentada en la Semana de la Moda de París.

Aviso a personas de buen corazón, tiernas y afables que las siguientes imágenes pueden ser perjudiciales para la salud. Entren por su propio riesgo.

El Apocalipsis sigue en Chanel. Su pasada visión del Otoño-Invierno 2011/2012 no desaparece sino que se prolonga una temporada más, la cual encima recibe una buena mezcolanza de los últimos movimientos de la firma francesa, es decir: de ese aíre romántico que dejó para la primavera-verano 2012. Si se ven todos los looks en mosaico el negro dominante está roto por esas pequeñas pinceladas indescifrables ante cualquier idea de concepto firme de las mejores colecciones. Pinceladas en amarillo o verde con transparencias y blusas.

Las superposiciones de capas como el terreno a olvidar. La obsesión por parte de Chanel hacia este terreno llega a extremos preocupantes. Además del pantalón más falda que ya hemos visto en otras firmas, Chanel propone combinaciones dementes con faldas transparentes en conjuntos eléctricos sacados de una realidad paralela al revival 90. Los brillos. Los brillos. Los brillos y el estampado en forma de hoja de palmera. Miedo. A las 12 de la noche en una calle yo salgo corriendo. A las 12 de la mañana tengo pesadillas.

No tengo por dónde coger tal colección. Se me escapa. Las plumas junto a la rejilla y los brillos. El estilo militar amplio y que cobra vida. La época glaciar como contexto y los buitres como inspiración de algunas combinaciones.

Vuelve el plisado, el efecto cinta, el corte evasé, las aplicaciones más coloristas, los guantes, la geometría en forma de joya, la estridencia en las combinaciones, monos aptos para payasos…

Un inicio sencillo, volviendo a las formas amplias, a sus conjuntos de chaquetas o abrigos amplios en combinaciones completas de un único color, o a lo sumo incorporando el violeta. La parte más salvable del desfile que después dejó paso a la demostración de cómo se puede llegar a superar lo imposible. Aún estoy intentando descifrar el significado de esos jerséis de patchwork junto al resto de ideas.

Yo ya no sé si Karl Lagerfeld tiene un sentido del humor digno de un genio o nos toma el pelo de forma descarada. Si es lo último, Karly dilo claro, por favor. No nos hagas sufrir más.

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