'Alguien especial' la película de Netflix con Gina Rodríguez que te enseña a reírte del drama del final de la juventud y la llegada de la madurez

Someone Great
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Paradójicamente, Alguien especial empieza con un final: el de una relación. Jenny y su novio llevaban juntos nueve años, casi una década que, teniendo en cuenta que todavía no han cumplido los treinta, se puede considerar prácticamente una vida. Y es que, el final de esta relación viene a marcar el término de algo mucho más grande y que a todos nos impacta de alguna u otra forma: la juventud.

Con ello, la película no vine a decir que a los treinta años uno ya sea viejo sino que, se quiera o no, termina una etapa y llegan la madurez y las responsabilidades como si de la bola de demolición de Miley Cyrus se tratara. 

Ante ello, hay tres posiciones vitales encarnadas por cada uno de los tres miembros del grupo de amigas que protagonizan Alguien especial. En primer lugar, puedes resistirte haciendo bandera de la inmadurez como Erin, que se impone no  tener nunca compromisos con nadie (aunque en el fondo le apetezca) y estar de resaca todos los sábados por la mañana para no acabar viéndose en un plan mañanero (como ir tranquilamente al mercado).

Erin

También puedes irte al extremo opuesto, como hace Blair que, mirándolas de frente, se ha entregado de forma tan prematura a una forma de vida estable que se le ha olvidado que también hay que disfrutar. De este modo, se ve al final de la veintena llevando una rutina más propia de sus padres y atrapada en una relación muy seria que no la hace feliz y de la que no sabe cómo salir.

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En tercer lugar, podemos hacer como Jenny y, tal vez lo más recomendable, aunque también lo más difícil: dejar las cosas fluir. Aceptar que una etapa vital se ha acabado para siempre y admitir que estamos cagados de miedo

Es de lo más normal porque la vida, tal y como la conocíamos, deja de existir y sabemos que la que se nos viene encima puede tener mucho de complicado y poco de divertido. Pagar facturas, largas jornadas de trabajo, depender de uno mismo, en muchas ocasiones, sin contar con una red que amortigüe la caída cuando la vida nos tira... pero no queda más remedio que adentrarnos en esta nueva etapa porque, para bien o para mal, el tiempo no se puede detener.

Alguien extraordinario

Algo importante a recalcar es que esta película no se centra únicamente en el dolor que causa el final de una relación romántica sino también en cómo la amistad y la forma de relacionarnos con nuestros amigos va cambiando con el tiempo.

Porque, aunque esté protagonizada por el tipo de amigas que cuando hay drama te recogen donde sea preparadas con una botella de zumo que, en realidad, contiene alcohol, ellas tampoco van a poder a estar ahí para la protagonista a partir de ahora

Al menos no del mismo modo porque las responsabilidades se han metido de por medio también en su relación y Jenny tiene que mudarse a una nueva ciudad por motivos de trabajo

En pocas horas, Jenny ha visto derrumbarse los pilares fundamentales que sustentaban su vida hasta ese momento y es consciente de va a tener que reconstruir pero, no sin antes meterse una buena juerga de agradecimiento por lo vivido. A pesar de la temática, Alguien especial no es ningún drama sino una comedia al más puro estilo Girls, La boda de mi mejor amiga o Los tres reyes malos. De hecho, se podría considerar la versión femenina de esta última.

Protagonizada por Gina Rodriguez (a la que hemos visto previamente en Netflix con Jane The Virgin),  el guión puede pecar en ocasiones de demasiado ligero. El palo que se lleva la protagonista es muy grande, atenta contra su identidad, y apenas la afecta. 

Es cierto que la historia sucede en un solo día y eso obliga a que su evolución tenga  que ser rápida pero es que esta es casi inexistente. No hay prácticamente crisis dentro de una trama cuyos hechos son desencadenantes de una en toda regla.

Alguien extraordinario

No obstante, si has pasado por una experiencia parecida, es probable que acabes llorando en alguna ocasión al remover tus propios recuerdos. Así que mejor tener pañuelos cerca aunque la mayor parte del tiempo lo vayas a pasar riéndote, que en realidad es preferible porque para darnos lecciones ya tenemos a la vida misma.

Fotos | Netflix.

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