Si nunca te pondrías ropa de otra talla, ¿por qué duermes en un colchón que no te conviene?

Si nunca te pondrías ropa de otra talla, ¿por qué duermes en un colchón que no te conviene?
1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail
wbct

Webedia Brand Services

Expertos en Branded Content

Ahí os lo dejo. No sé a vosotras, pero a mí esta pregunta me viene rondando por la cabeza desde que decidí cambiar el colchón de mi canapé. ¡Nunca pensé que al hacerlo descubría un mundo tan amplio de posibilidades!

En el proceso he descubierto (seguro que para sorpresa de las que todavía no os hayáis adentrado en el maravilloso mundo del buen descanso) que el sector de los mejores colchones es… ¡muy similar al de la moda e incluso a alguno más!

¿Por qué digo esto? Pues porque ni a todas tiene por qué gustarnos un único colchón, ni el mismo colchón tiene por qué adaptarse a todos nuestros cuerpos, ni -mucho menos- tenemos por qué usarlo para lo mismo…

Pe379881 Lowres

¿Os dais cuenta? Es exactamente lo que os digo: esto también nos pasa cuando buscamos un buen par de zapatos, unos jeans que mejoren nuestra figura… o (¡sí!…¡habéis acertado!)… ¡al hombre perfecto!

En fin, que como en el amor y en la moda, cada una tenemos nuestras necesidades y circunstancias y el mejor de los colchones, para que sea el perfecto, ha de adaptarse a todas ellas. La diferencia es, al menos, que en el universo “colchón” siempre tendremos la seguridad de poder acertar de pleno con uno. Y cuando os sintáis perdidas y penséis que no, siempre os quedarán guías como la Ikea, por ejemplo, que te ayuda a elegir tu colchón.

Tan sólo hay que saber qué aspectos y características buscar y tener claro que no existe un colchón bueno o malo. De hecho, ¡cada una de nosotras también tenemos nuestra media naranja-colchón! Y de si lo encontramos o no dependerá que tengamos un mejor descanso, estemos de mejor humor, potenciemos nuestra belleza y atractivo… ¡e incluso que alarguemos un par de años nuestra vida!

Mitos a desterrar para dar con el colchón perfecto

Aclaremos aquí varios puntos, ¡y no permitáis que os confundan!

  • Los mejores colchones y los más cómodos no son necesariamente los más caros. De hecho, esto es una creencia bastante popular que, según mi experiencia de búsqueda, no puede ser más errónea. Por ejemplo, en IKEA hay una amplia variedad de tipos de colchones y todos con las medidas estándar europeas y españolas: 80x190 cm, 90x190 cm, 135x190 cm, 150x190cm.

La dimensión del colchón es de vital importancia porque a través de esta elección revelaréis si os gusta dormir solas o acompañadas o si sois de las que dormís, literalmente, a pierna suelta o mejor acurrucadas en una esquina. Sea como sea, tendréis que tenerlo muy en cuenta a la hora de buscar el mejor colchón y el más cómodo.

Ph121206 Lowres
  • Otro factor a valorar en vuestra elección es la firmeza del colchón. Por firmeza hay que entender la estabilidad que os proporciona el colchón cuando estéis tumbadas sobre él, y esto no quiere decir que el colchón sea blando o duro. Un colchón blando puede ser muy firme y no siempre los más duros resultan los mejores. El caso es que, sobre todo, si sois de las que se mueven mucho por la noche, este factor lo tendréis que tener especialmente en cuenta.
Pe379886 Lowres
  • Un buen colchón debe repartir el peso del cuerpo de forma adecuada. Tiene que ser lo suficientemente firme para sostenerlo bien, pero tampoco tanto como para que llegue a resultaros incómodo. Vamos, que si lo compartís con vuestra pareja el colchón más adecuado será el que os obligue a acercaros al centro para encontraros cuando queráis y no el que os hunda a ambos sin remedio hacia el medio si no lo buscáis.

  • Y además, por contra de lo que muchos creen, el mejor de los colchones no tiene por qué ser siempre el más rígido. Si se pasa, la espalda no se adapta y si se queda corto la curvatura de vuestra columna tenderá a hundirse. Ninguna de las dos cosas es aconsejable. Al final, como en todo, tras el equilibrio se esconde el éxito.

Y sobre el material del colchón perfecto… ¿qué?

¡He aquí otra de las cuestiones del millón cuando se inicia la búsqueda de un buen colchón! Tomad buena nota porque os dejo un cursillo acelerado sobre el tipo de materiales que más os conviene para vuestro colchón ideal en función de cómo seáis y cómo durmáis:

Si sois frioleras y de las que les gusta compartir la cama… ¡el colchón viscoelástico es el vuestro! Este material es firme pero flexible, se adapta muy bien a los cuerpos y vuelve a su forma original cuando estos se levantan. Vamos, ¡que aguantan lo que les eches! y además, como regula la temperatura corporal, te mantienen aún más calentita. Podéis añadir a sus ventajas que alivia las presiones musculares, mejora la circulación e induce al relax después del ajetreo.

Pe420178 Lowres

Si sois, en cambio, de las que odian taparse hasta arriba porque durmiendo os asáis de claro o sudáis mucho… ¡mejor que os decantéis por un colchón de muelles embolsados! Éste es el idóneo para vosotras porque ayuda a que el aire circule por todo el colchón y, por tanto, rebaja la temperatura del mismo. Además, también ofrece una respuesta de apoyo inmediata y distribuye el peso de forma uniforme para evitar las tensiones, las contracturas y los dolores de espalda.

Dentro de esta tipología, por ejemplo, Ikea cuenta con colchones de muelles embolsados, envueltos individualmente que actúan de forma independiente a la hora de seguir los movimientos corporales.

Ph122695 Lowres

Por último, si sois en cambio de las que odian de verdad el movimiento y os gusta no sentiros como en una barca en pleno océano mientras dormís, deberéis elegir un colchón de látex. Es el material que mejor se amolda al cuerpo y distribuye el peso por igual para amortiguar cualquier tipo de vibración. También fomentan la circulación del aire.

Cuando ya estemos en la tienda de colchones…

Pues una vez allí… ¡probad, probad y probad antes de comprar! Dado que, según datos del mercado del colchón, el cambio del mismo lo solemos hacer de media cada nueve años, no tenemos margen para el error a la hora comprarlo. Merece la pena parar un minuto y valorar nuestras opciones. Bueno, como con todo lo que hacemos, ¿verdad?

  • Tomaos el tiempo necesario para probarlo y tumbaros en él, palpándolo y poniendo distintas posturas. Sí, ¡todas las que hagan falta!

  • Cuando estáis tumbadas de espaldas, pasad una mano entre la zona lumbar y el colchón. Si hay demasiada holgura es posible que este sea demasiado rígido para vuestros gustos.

  • Tened un recurso en la recamara y, si la pareja con la que vais a compartir vuestro colchón es de peso y costumbres nocturnas muy diferentes a las vuestras, optad por colocar dos colchones en lugar de uno. Eso sí, seguro que estáis de acuerdo conmigo en que mucho mejor, al menos, si van unidos.

Ph123675 Lowres

Y, ¡por cierto!, recordad que para conseguir un buen descanso dar con vuestro colchón perfecto es el primer paso, pero no el único. Después, no lo olvidéis, deberéis integrarlo dentro de un dormitorio igualmente adecuado y adaptado para el sueño. Ikea nos recuerda cómo convertirlo en un oasis del descanso.

Comentarios cerrados
Inicio