"¿Cuáles son las diez mejores cosas de tener cáncer?, me pregunté. Casi todas las respuestas me llevaron a darme cuenta de que ya no necesitaba de mi apariencia física para conectar emocionalmente con otros", comenta la modelo Mieko Rye que lucha contra un cáncer de mama en su etapa 3. No ha perdido las ganas de vivir y compartiendo su historia en Facebook busca alentar a mujeres que se encuentren en su misma situación.
Con más de 20 años de carrera dentro de la industria del modelaje, Mieko Rye comenzó siendo una maniquí dentro de una industria, la americana, que no la aceptaba como canon de belleza. Su piel era demasiado oscura, su pelo excesivamente rizado, tenía muchas curvas y las maquilladoras jamás lograban su tono de piel con los cosméticos que utilizaban. O esas eran las pegas que le ponían.
Poco después llegaron las brasileñas y su carrera dio un salto cualitativo, a partir de entonces Mieko pasó a ser “étnica, cool y exótica”. Hoy en día poco queda de aquellos rasgos que catapultaron su carrera como modelo. Ya no tiene su pelo rizado, ni cejas o pestañas, y pronto tampoco tendrá pechos, el cáncer que padece le dejará sin esta otra característica de su persona, pero la modelo se encuentra mejor que nunca y así lo ha querido demostrar en su página de Facebook.
Una sesión de fotos en un estado muy avanzado de la enfermedad y varias fotografías de su pasado como modelo han sido suficientes para ilustrar sus confesiones. En ellas Mieko Rye admite haber sufrido mucho por no poder llevar una vida normal o no poder siquiera abrazar a su hijo, sin embargo el cáncer le ha dejado una gran lección, ha aprendido a quererse a sí misma, valorarse y liberarse de ataduras y clichés.
"Ahora soy simplemente Mieko. No tengo nada que esconder. Tengo un cáncer de mama en fase tres y nunca me he sentido más bella en toda mi vida", finaliza en Facebook.
Fotos | Mieko Rye Facebook, Model Management
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