Pueden que sus looks de calle dejen mucho que desear. Ella ha repetido por activa y por pasiva que no es Carrie Bradshaw ni falta que le hace. Que no tiene la vida de una solterona con ganas de divertirse sino la vida de una madre de tres hijos que hay que llevar al colegio, con los que hay que jugar, tirarse por el suelo, etc. Y yo, la verdad es que comprendo perfectamente que prefiera la comodidad a las últimas tendencias. Pero en la Alfombra Roja se transforma y Sarah Jessica Parker consigue que recordemos de alguna manera a la añorada protagonista de Sexo en Nueva York.
Así lo hizo anoche en la Gala de la Noche de las Estrellas con un colorido vestido a rayas de L’Wren Scott. Un vestido muy ella, que lució en todo su esplendor con unos sencillos zapatos negro de Manolo Blahnik y sin complementos que le quitarán el protagonismo.
En la Gala también estuvo Renée Zellweger, con un modelo de vestido drapeado en gris perla que como suele ser contumbre en ella, desluce todavía más su pálida piel en lugar de realzarla.
Fotos | Gtres
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