Hay vida después del MET. Aunque si yo asistiera posiblemente caería fulminada a las 12 de la noche de tanto glamour y vestidos apabullantes. Me ocurriría como a Cenicienta y su zapato. Pero no debe pasarme sólo a mí. Las celebrities también tienen que volver a su rutina, sus aviones, sus gym, sus qué se yo que hacen y claro, esos vestidazos también desaparecen.
Me encantaron. Las gemelas Olsen estaban de 10 y mira que la cosa estaba difícil teniendo en cuenta que deben ser bastante petites para esos volúmenes, esas faldas eternas,, esos tules... sin embargo sus vestidos no se las comieron y destacaron con su Chanel vintage y su Ferré.
Ahora han vuelto a su día a día, que supongo que tiene más glamour que el nuestro pero menos que el del MET y lo hacen con esa vuelta al homeless de lujo, a esos abrigos que podrían ser de su padre, esas larguras, anchuras y exposiciones de la ropa oversize que robaron a la mente de Comme des Garcons.
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